Carolina tomó de su mesilla de noche el Dvd que había grabado dos noches atrás, cuando todos los habitantes de la casa habían salido a celebrar la despedida de soltero y soltera de los futuros novios. Ella había estado esperando impaciente ese momento, tener la mansión para ella solita y poder llevar a cabo el plan que había tejido con la ayuda de Iván. Y de Nicolás, que todo había que decirlo.Se plantó delante de la puerta de Noemi y llamó, golpeando la madera con los nudillos. Noemi no tardó en contestar.
Noemi creyó que era la modista que había olvidado algo en su alcoba, pero no fue a la mujer entrada en edad a la que vio parada enfrente de su puerta, era Carolina.
—¿Puedo pasar?
Noemi se había quedado parada sin decir nada y con la boca abierta por la sorpresa, en todos esos pocos meses que había vivido allí, jamás le había dirigido la palabra.
—Sí... cla... claro —dijo tartamudeando por la impresión—. Adelante.
Se apartó a un lado y la dejó pasar. No pudo controlar su mirada que estudió detenidamente a la bella vampira de pelo moreno y rizado. Llevaba puesto un ceñido vestido negro, muy corto y por lo que parecía, no llevaba puesto el sujetador. Las mujeres suelen darse cuenta de esas cosas.
—Si tienes un minuto, quisiera hablar contigo —dijo mientras tomaba asiento en una silla de madera junto a la cómoda donde se encontraba el televisor.
—De acuerdo —Fue lo único que se le ocurrió decir mientras también se sentaba en otra silla que había cerca de donde la vampira estaba sentada.
—¿Tiene tu televisor Dvd?
La pregunta acabó sorprendiendo a la joven, pero aún así, afirmó con la cabeza.
Carolina sacó de su bolso un Dvd gravable y lo colocó en la rendija correspondiente del televisor y le dio al play.
En seguida la pantalla se llenó con imágenes pornográficas, de Carolina acostándose con un hombre moreno, con el pelo largo hasta la altura de los hombros, tenía gran parecido con John, pero no logró verle bien la cara. La cámara no lo enfocaba de frente, solo se veía a Carolina totalmente desnuda fornicando con él. Una tercera persona entró en escena, una mujer rubia con el pelo corto, también era muy atractiva y se unió a la pareja, formando un trío.
—¿Qué es esto, Carolina?
—¿Reconoces al chico del video? —le preguntó ella, con mucha tranquilidad.
—¿Tendría que reconocerlo acaso? —le preguntó Noemi a su vez.
Carolina cogió el mando a distancia y congeló la imagen justo cuando ambos amantes estaban mordiendo a la chica rubia que acababa de entrar en escena.
—Como puedes comprobar, es un vampiro como lo soy yo —Hizo una pausa para mirarla fijamente a los ojos— la rubia es humana por supuesto...
—¿Qué quieres, Carolina?. No me digas que has venido a enseñarme una de tus múltiples orgías, ¿verdad?
—¡Chica, tonta! —le dijo algo enfadada por su comentario—. Ese chico es John, ¿no lo ves?
Noemi la miró sin comprender, volvió a concentrarse en la imagen detenida, pero no pudo distinguir correctamente la identidad del hombre.
—No te creo —respondió en un susurro y luego añadió—. Y si lo fuera, ¿cómo me podrías asegurar que ese video no es antiguo, de antes de salir conmigo?
—Una respuesta muy astuta por tu parte humana —convino una divertida Carolina, sin dudas se la esperaba—. Fíjate bien en la fecha de arriba. Cómo ves, se grabó hace tan solo dos noches.