Capítulo 24

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Cuando Kyuhyun despertó a la mañana siguiente, decidió que era el momento de olvidarse de todo y volver a hacer su vida, no podía seguir encerrado en su habitación, el día anterior ya había dado un paso al frente y había conseguido salir de casa, hoy tocaba regresar a la universidad. No podía permitirse seguir faltando a clases, no podía permitirse que sus amigos siguieran preocupados por él, Ryeowook le había mandado un mensaje la tarde anterior preguntándole cómo estaba. Hacía ya más de una semana que no sabía nada de él. Sungmin le había dicho que se estaba recuperando lentamente, pero que no podía recibir visitas y su amigo estaba preocupado, como era lógico.

Decidió salir de la cama y meterse en el cuarto de baño para darse una buena ducha antes de vestirse y salir al pasillo dispuesto a marcharse. Sus nuevos guardaespaldas esperaban por él afuera del cuarto y le acompañaron por los pasillos hasta el coche.

―Hola Shindong ―saludó.

―Buenos días, señorito ―le devolvió el saludo―. ¿Hace un bonito día, verdad?

Kyuhyun se permitió entonces mirar por la ventana.

―Sí, lo hace ―aceptó. Lo había estado viendo todo tan negro que no había reparado siquiera en aquel cielo completamente azul en el que el Sol de la mañana iluminaba la ausencia de nubes.

Shindong arrancó el coche y le llevó hasta la universidad, en el camino, pasaron por delante del piso que Yesung y él compartieron durante poco más de una semana.

―¿Sabes qué va a hacer mi padre con el piso? ―preguntó Kyuhyun a Shindong.

Shindong no era únicamente el chofer de la familia, su padre le tenía gran aprecio y sabía de los asuntos más importantes de la organización, Shindong hacía todo tipo de trabajos para él también.

―Creo que ha decidido venderlo ―respondió―. No es seguro desde que se descubrió que lo tenían controlado.

Kyuhyun solamente asintió. Sí, sabía que no era seguro, pero... no podía evitar pensar que allí era dónde había vivido con Yesung antes de que todo se complicara y no le gustaba la idea de que ese piso pasara a manos de cualquiera...

Por eso, después de pasar la mañana en la universidad, poniéndose al día de las clases con Ryeowook, al cuál Sungmin ya le había explicado todo el tema referente a Yesung y él le presentó a Taecyon y Nickhun como los nuevos guardaespaldas que le había puesto su padre, regresó al coche y prácticamente obligó a Shindong a llevarlo al piso. El mayor se negó en rotundo desde el principio, pero al final Kyuhyun terminó convenciéndolo diciéndole que había cosas allí que debía recuperar antes de que se pusiera el piso en venta.

Shindong aparcó a regañadientes el coche frente al edificio y subió con él y con sus guardaespaldas hasta el piso. Tecleó la clave en la puerta y entraron uno detrás de otro.

Lo primero en lo que Kyuhyun reparó, fue que las cortinas permanecían echadas. Tal y como Yesung las había dejado antes de salir corriendo de aquella casa. Sobre la mesita del café, todavía descansaba un botellín de agua a medio beber que él mismo había sacado de la nevera aquel día antes de sentarse en el sofá a pedir la pizza con el portátil de Yesung.

―Recojamos sus cosas y salgamos de aquí ―le indicó Shindong.

Kyuhyun le siguió por el pasillo y le detuvo al ver que pretendía entrar en la habitación que no era.

―No... no es ese cuarto, Shindong.

El mayor asintió y abrió la otra puerta antes de desaparecer tras ella con sus guardaespaldas. Kyuhyun se detuvo unos segundos en el pasillo, mirando la puerta entreabierta del cuarto que quedaba frente al suyo. Dudó varios minutos, pero al final no pudo evitar dar un paso al frente y empujar con suavidad la puerta de la habitación de Yesung. La habitación permanecía tal cual como si la hubiesen usado el día anterior. La cama estaba hecha, pero sobre ella descansaba la chaqueta de cuero que Yesung había dejado tirada allí encima. Sobre la mesita de noche permanecía un despertador. La puerta del baño estaba abierta y anduvo curioso hasta allí. Encendió la luz y pudo ver que sobre el mármol del lavamanos, había varios botes. Se acercó allí y los reconoció uno por uno. Desodorante, loción, jabón, champú, aftershave y colonia.

Desbarataste mi mundo por un golpe del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora