Capítulo 32

978 69 49
                                    


Cuando Yesung regresó al piso, eran casi las seis y media de la mañana, afortunadamente, cuando entró con cuidado en el cuarto, pudo comprobar que Kyuhyun seguía profundamente dormido. Suspiró aliviado, jamás se habría perdonado si Kyuhyun hubiera despertado sin él cuando le había prometido que estaría allí.

Se acercó a la cama mientras se quitaba la ropa y se tumbó con cuidado a su lado, temblando un poco ante el frío tacto de las sábanas contra su cuerpo desnudo. Kyuhyun rodó inconscientemente en la cama cuando sintió el peso de Yesung a su lado y se pegó a él. Yesung sonrió y le abrazó con cariño, el cuerpo de Kyuhyun estaba calentito, contrastando agradablemente con el frío de su lado de la cama.

El mayor se acomodó en la cama y colocó su cabeza en la almohada, había entrado en la casa con un montón de preguntas rondando por su mente, pero esperaría a que Kyuhyun despertara para hablar con él, además, todavía debía pensar en cómo sacar el tema de ese supuesto hermano suyo.

Kyuhyun tardó casi una hora en despertar, cuando lo hizo, se encontró con la mirada de Yesung clavada en el techo. Suspiró aliviado, realmente había creído que Yesung se marcharía mientras él dormía. Le reconfortaba saber que se había quedado a su lado como le había prometido.

―¿Has dormido bien? ―le preguntó el mayor bajando la mirada hasta sus ojos al oírle.

Kyuhyun asintió.

―¿Tú? ―preguntó con la voz ronce, producto de la mañana.

―No mucho ―negó.

―Oh, Dios ―se lamentó Kyuhyun incorporándose―. ¿He roncado, verdad? ―Yesung ya le había dicho que roncaba cuando compartieron cama en su apartamento, pero siempre pensó que se lo decía en broma, para burlarse de él. Jamás creyó que fuese verdad.

Yesung rió.

―No, no roncas ―aseguró―, simplemente no he dormido mucho.

―Ah ―aceptó Kyuhyun.

Yesung le sonrió y estiró un brazo para agarrar su mano y tirar de ella, obligándole a tumbarse a su lado de nuevo. Pasó un brazo tras su cuerpo y dejó que recostara su cabeza en su brazo mientras posaba su mano en su hombro. Kyuhyun subió su mano derecha hasta allí y entrelazó sus dedos con los suyos. Yesung sintió el frío anillo dorado contra su piel como un recordatorio de lo que debía tratar con el menor. Sin embargo, al notarlo tenso e inquieto a su lado, decidió aparcar sus preguntas por el momento.

―¿Qué pasa? ―preguntó dirigiendo de nuevo su mirada al menor.

―Es que... no sé cómo... no quiero que... ―trató de buscar las palabras en su cabeza―. Intento que.. pero no...

Yesung sonrió divertido al ver la empanada mental que tenía en su cabeza. Le parecía muy gracioso el modo en que el menor balbuceaba nervioso.

―Mira, voy a hacértelo fácil ―le cortó el mayor tratando de ayudarle―. No me voy a ningún lado.

Kyuhyun elevó su cabeza para mirarle sorprendido.

―¿De verdad? ―preguntó emocionado.

―De verdad ―afirmó.

Kyuhyun se movió en la cama rápidamente hasta alcanzar sus labios en un profundo y sentido beso. No podía disimular su felicidad en ese momento. Antes de quedarse dormido, estaba prácticamente seguro que se marcharía y lo perdería para siempre en cuanto abriera los ojos y, sin embargo, ahora le decía que no se marcharía, que no se iría de su lado.

―¿No te irás? ―quiso asegurarse.

―No me iré ―confirmó.

―¿Te quedarás conmigo?

Desbarataste mi mundo por un golpe del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora