En pequeñas piezas (EN EDICIÓN)

Joan.

 Ya estaba comenzando a olvidarlo. El primer día de clases fue muy raro, mi mejor amiga Marissa iba en el mismo grupo que yo, así que no me sentí tan sola, esa escuela era muy diferente a la anterior, había más personas, y yo no conocía casi a nadie. Nos pidieron cambiar de aula para que nos explicaran algunas cosas. No me había interesado en ningún otro chico después de David, porque realmente él y yo perdimos contacto después de lo que paso ese día. Pero en el momento en él que cambie de aula me quede sin silla, y un chico bastante apuesto con el cabello ondulado, y unos ojos preciosos me dio su lugar, me quede impresionada con él, pero no sabía su nombre. Creí que debía preguntárselo, pero decidí esperar.

Los días iban pasando y me di cuenta que él le hablaba a mi mejor amiga así que vi la oportunidad para sonreírle, o hablarle. Su nombre era Joan, casi no hablábamos porque la verdad me daba mucha pena, nadie sabía que me gustaba, pero no le ocultaría nada más a Carlos. Así que llegue a casa y le conté.

-Carlos, conocí a un chico.

-¿Enserio? ¿Cómo se llama?

-Joan.

-¿Te gusta?

-Me atrae.

-Está bien Mia, mientras no sea igual de hijo de puta que David todo bien.

-Gracias por cuidarme tanto Carlos.

-Siempre lo haré.

Mi mejor amiga descubrió que me gustaba y dos amigos míos nuevos también, sus nombres eran Benjamín y Adam.

-Ya dile lo que sientes Mia. Me dijeron todos juntos.

-No lo haré, además no le gusto, y a mí sólo me atrae un poco.

-Como quieras.

Pensé bien las cosas y sabía que debía decírselo, así que al día siguiente iba a hacerlo, pero antes debía hablar con Carlos.

-Carlos, ¿crees que deba decirle?

-Sí, díselo, no pierdes nada. Total sabrás si siente algo por ti o no.

-Si todo sale mal que espero que no sea así, ¿vas a soportarme?

-Siempre te soporto porque eres mi mejor amiga.

-Eres mi mejor amigo, gracias.

-Para eso estoy.