En pequeñas piezas (EN EDICIÓN)

Bye bye David.

David colgó mi llamada. No supe nada de él en mucho tiempo, ese día llore mucho. La tristeza me duro una semana, pero me decidí a vivir sin él. Todo marchaba bien, incluso conocí a cierto chico que me intereso. Ya no pensaba en David, ya no hablaba de él. Todo cambio. Me mandó un mensaje.

-¿Y eso te da derecho a llamarme perro?

-No creas que eres tan importante como para que yo te llame así.

Jamás pensé que podría responderle algo así. De verdad todo marchaba perfecto.

Incluso después le escribí a David pero no para lo que todos creen.

-¿Sabes qué? Ahora que lo pienso bien. Quiero mi cadena de vuelta, el dinero quédatelo eso lo di por perdido desde que te lo preste a ti, deudor. Pero la cadena no. Ni idea de cómo le vas a hacer pero la quiero ya.

De verdad me estaba portando como una perra.

-Claro, cuando la liquide.

-Gracias.

-Te aviso cuando la liquidación este por terminar. No te preocupes Mia.

-Está bien. Gracias, pero no me la darás a mí. Si no a un amigo. Yo no puedo verte.

-Por nada. Lamento que todo haya terminado así. Es culpa mía no te preocupes.

-Adiós.

Ojalá fuera culpa suya, pero no. Es mía por pensar cosas que siempre supe que no resultarían, es mi culpa por tonta. Yo ya sabía bien que él estaba enamorado de otra y que era imposible que la dejara para estar conmigo, yo me ilusione sola, y enserio lamento tanto esto, pero es que si yo lo vuelvo a ver me voy a confundir y voy a volver a sufrir sola. Por eso me aleje de él, porque sé que sé que él estará mejor así, porque él me olvidara rápido, porque ya no quiero intervenir. De verdad lo amaba y muchísimo. Pero ya fue, ya lo entendí, nunca iba a poder ser, y sin duda es mi primer amor. Aún lo amo, pero no puedo seguir sufriendo, es toxico. Sólo le deseo suerte.