No había gente cerca ese día, nadie me ayudaba. Pero al ver a David en el piso llegaron. Yo sólo gritaba por ayuda, David estaba mal. Llamaron a una ambulancia y lo acompañe hasta el hospital. No me moví de la sala de espera, sus papás estaban ahí. Me agradecieron por haberlo llevado, me preguntaron qué había pasado y quien fue. Pero les dije que no sabía quién era. Al poco rato llego su novia de David.
-Señora vine tan pronto como me enteré. ¿Cómo está? ¿A quién debo agradecerle haberlo traído?
-A ella. Me señalo.
-¿TU? ¿QUÉ HACES AQUÍ? LARGATE.
-Yo vine a ver a David. No me voy a mover de aquí.
-Eres una niña, él no te quiere. ¿Por qué estabas con él?
-Eso no tiene importancia.
-¡SEÑORITAS! Paren de discutir o ambas tendrán que irse. Dijo un doctor. Traigo noticias de David.
-¿Qué tiene?
-Tiene la mitad del cuerpo fracturado, pero sigue consciente, es poco probable que despierte sufrió un golpe muy fuerte.
-¿Puedo verlo? Dije.
-Sólo unos minutos.
-Tu no, lárgate Mia. Dijo Victoria.
-La señorita va a entrar porque ella lo trajo. Dijo el doctor. Si no lo hubieras traído habría muerto.
Entré a verlo, se veía tan mal. Me dolía verlo así por culpa de la imprudencia de Joan. Estaba vendado y de verdad se veía mal. El amor de mi vida estaba lastimado, no pensé que Joan podría golpearlo tanto. Me partía el corazón verlo así. Pero eso sólo me hizo amarlo más, aun cuando Victoria dejo todo por venir, seguía en la mira. Ella no lo ama más que yo. Me acerqué a David y le dije:
-Tranquilo, tú eres muy fuerte. Sé que podrás con esto. No dejes de luchar, por favor. Despierta y rómpeme el corazón mil veces. Despierta y revuélveme la vida. Despierta y hazme llorar. Pero por favor despierta. Necesito que despiertes, no por mí. Hazlo por tus padres, por toda tu familia, por Victoria que está afuera. Hazlo por quien más quieras. Pero por favor despierta, eres el amor de mi vida David. No te puedes ir ahora. Sé que me escuchas y te pondrás bien, volveremos a reírnos juntos, podemos caminar y viajar en tu motocicleta. Pero despierta que si no lo haces yo me muero David. Dije con lágrimas en los ojos.
-Señorita debe salir.
-Claro, me voy.
Me fui a sentar a la sala de espera puesto que se llevaron a David a otra habitación y no podía observarlo desde la pequeña ventana que había en su habitación.
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En pequeñas piezas (EN EDICIÓN)
RomanceTodo aquel que tenga corazón se ha enamorado alguna vez, quizá de la manera equivocada,de la persona incorrecta en el momento correcto o viceversa. Esta es mi historia, mi nombre es tan simple que sólo lleva 3 letras: Mía. Soy tan común como mi nomb...