En pequeñas piezas (EN EDICIÓN)

Después de todo.

David no fue a prisión porque al parecer el también salió herido y le echo la culpa al otro conductor el muy cobarde. Aun no comprendo cómo el amor de mi vida pudo hacerme algo así. En cuanto a mi familia según sé quedaron desechos, pero con el paso del tiempo aprendieron a vivir sin mí, y eso era lo que yo quería. Que no estuvieran tristes por mí. Mis amigos también estaban afectados. Recuerdo lo último que Carlos me dijo:

-Mia eres mi mejor amiga, te quiero y muchísimo. Por favor date cuenta de que David no te ama, antes de que sea tarde.

Recuerdo que quedamos en salir, Carlos debería llegar para darme una sorpresa y el sorprendido fue él porque llego para un funeral.

Por lo menos puedo tener los mejores recuerdos de él. Todos me dijeron que me alejara de David, que no me llevaría a nada bueno y aquí estoy, a punto de ser sepultada. Me sorprendió que David estuviera ahí llorando. No le guardo rencor por haberme hecho esto. Pero si hay algo que quiero que sepa es como se siente amar en pequeñas piezas, ya no amo a David. Marissa estaba desecha, no podía creer lo que había pasado y maldecía a David cada que podía hacerlo, "Maldito cobarde" "Eres un asesino" "Muérete tú también" "¿Qué haces aquí desgraciado?" Decía Marissa mientras Carlos la abrazaba. Carlos también estaba desecho, sólo decía "Mia, aún no era hora de que te fueras. Teníamos tanto por compartir", mientras lloraba. Recuerdo la ocasión en que me puse a pensar que pasaría si muriera, quien lloraría por mí y quien se alegraría. Ahora podía verlo. Había mucha gente ahí entregando flores. ¿Por qué ahora que estoy muerta lo hacen? Cuando estaba viva nadie me daba abrazos, no me daban flores, no lloraban por mí y ahora eso era lo único que veía. David estaba en shock, sólo miraba mi ataúd con lágrimas en los ojos. Llevaba flores, tenía puesta la playera que le regale. El lloraba sin parar. Pude verlo el resto de la semana llorando en un rincón de su cuarto, lamentando lo que me había hecho. Soñando con ese accidente una y otra vez. Su conciencia no lo dejaba tranquilo. Victoria lo llamaba pero él no quería responderle. No salía de su cuarto, ya no reía. Estaba quebrado.