En pequeñas piezas (EN EDICIÓN)

Carlos.

                  

Decidí contarle a mi mejor amigo, no había hablado de él. Carlos es un chico maravilloso, tez morena, cabello castaño, inteligente, mide aproximadamente 1.75, si mi memoria no me falla. Es la persona más sincera que conozco, y ni hablar de lo cursi que es cuando tiene novia, es mi mejor amigo, así que tengo que soportarlo siempre.

-Carlos estoy muy mal.

-¿Qué pasa Mia?

-Layla quiere salir con David, y a mí me gusto primero, tú mejor que nadie lo sabes.

-Que desgraciada. ¿Ella sabe que te gusta David?

-No lo sé, pero si lo sabe creo que no le importa.

-Dile que tú lo viste primero, que se aparte. ¿David ya te pago el dinero que te debe?

-No puedo hacerlo, es mi mejor amiga. Y sobre eso, no, no lo ha hecho.

-Pero una amiga verdadera no haría eso. No es posible, te dije que sólo quiere tu dinero.

-Ya lo sé, pero no soy igual que ella. No digas eso, quizá sólo no tiene dinero.

-No me gusta verte sufrir y menos por esa zorra sin chiste. No te pagara.

-Basta Carlos, ella sabe lo que hace, además creo en el karma. Si lo hará.

-Está bien, pero ya no estés triste Mia.

-Gracias por escucharme.

-Siempre lo haré, eres mi mejor amiga.

-Y tú el mío.

Quise checar la red social de Layla y vi algo que me rompió. Alguien le había hecho una pregunta.

¿Te gusta David el de la clase 3?

Es simpático.

Dios mío, que pasaba por la cabeza de Layla, no lo soporte así que llore lo más que pude, pero en silencio.