No le tomó más de un instante percatarse que Abby no pensaba acompañarlo como todas las mañanas para una sesión de entrenamiento. La mujer se acercó a Charles cuando acabaron de desayunar, momentos después el telépata caminó hasta uno de los muebles cercanos a la puerta de entrada y extrajo unas llaves para entregárselas. Ambos cruzaron palabras por unos instantes y ella buscó un papel para hacer unas anotaciones mientras Charles le entregaba algo de dinero.
Cuando Abby subió al segundo piso, en dirección a su habitación, él aprovechó para averiguar qué estaba planeando. Llamó a Charles cuando éste se dirigía a la sala a leer el periódico.
―¿A dónde planea ir Abby? ―preguntó directamente, no podía imaginar lo que ella planeaba hacer, pero sabía que él no formaba parte de sus actividades para esa mañana.
―Me pidió que le prestara mi auto, quería ir a comprar algo y no hay ninguna tienda cercana ―explicó con una sonrisa en el rostro al ver a su amigo indagando―. Además aproveché para pedirle que comprara algunas cosas para la casa ya que pensaba salir, normalmente lo hace Moira para dejar que nosotros entrenemos sin distraernos.
No dejó que Charles se expandiera más, no le interesaba saber las actividades de Moira en el día a día, ni cómo que Abby decidiera salir provocaba cambios en la rutina. Aun así, le molestaba que no le hubiera avisado a él. No es que quisiera que le pidiera permiso, pero la mayor parte del día lo ocupaba con ella, ayudándola con sus habilidades y consideraba que al menos merecía ser informado. Entró en su habitación para cambiarse de ropa, si Abby planeaba salir él también podía aprovechar para cambiar de ambiente y luego de tantas horas conversando con ella algo de curiosidad tenía en averiguar qué cosa planeaba hacer.
No transcurrieron más de un par de minutos cuando sintió que ella salía de su habitación. Sin prisa la imitó, cerró su puerta detrás de él y avanzó con tranquilidad hacia el garaje, sólo le llevaba un minuto de ventaja. Notó que recién entraba al automóvil, lo más probable era que hubiera probado la llave que le dio Charles en alguno de los otros vehículos. Se acercó al Austin Healey de color rojo y abrió la puerta del copiloto para luego sentarse al lado de Abby sin decir palabra.
―¿Qué haces aquí? ―preguntó ella sumamente extrañada luego de parpadear un par de veces―. Voy a salir...
―Lo sé, Charles me lo comentó, aunque hubiera sido un detalle agradable que tú me lo dijeras.
―Recién lo pensé en la mañana ―replicó haciendo una mueca de fastidio y encendiendo el vehículo―. ¿Planeas bajarte o vas a venir conmigo? ―Erik la observó en silencio y cerró la puerta como respuesta―. Charles me encargó hacer unas compras, voy a demorarme, deberías quedarte ―agregó, pero no consiguió un cambio en su acompañante por lo que se resignó a seguir con su plan del día.
Abby desviaba la mirada de tanto en tanto en dirección a Erik. No tenía idea por qué estaba acompañándola, lo único que se le ocurría era que como no le avisó pensaba fastidiarle el día y lo estaba consiguiendo. No le incomodaba su compañía en sí misma, pero el que estuviera en completo silencio con la mirada al frente solo conseguía alterarla.
―¿Vas a comprar algo? ―preguntó ella cuando no pudo aguantar más―. Charles me dio una lista, pero quizás quieras otra cosa, hoy nos toca cocinar, supongo que podemos cambiar el menú si queremos. Podríamos probar alguna receta que sepas, nunca he probado comida alemana.
―¿Qué te hace pensar que sé alguna? ―replicó tras unos segundos de silencio.
―Eres Alemán, supongo que debes de tener algún plato que te recuerde a casa.
Erik la observó con detenimiento, sabía que no era posible que ella pudiera imaginar cómo había sido su vida, pero estaba seguro que por su edad y nacionalidad debía de intuir al menos que había tenido que sobrevivir a la Segunda Guerra. Claro, siempre quedaba la posibilidad de que su familia no se hubiese quedado, pero estaba seguro de que Abby pensaba que él era alemán y no sólo hijo de alemanes inmigrantes.
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Peace could be an option [Erik Lehnsherr/Magneto]
FanficErik pensó que asegurar el futuro para los mutantes era el único camino con sentido, pero el destino decidió ofrecerle una opción distinta: la oportunidad de tener una vida pacífica. ¿Podrá conseguir un balance entre ambos aspectos o se verá obligad...