Capítulo 19: Great Falls, Montana

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Abby tomó aire tratando de esconder su nerviosismo, realmente no podía comprender cómo Erik aparentaba estar tan calmado, quería creer que sólo era bueno disimulando, pero ya lo conocía lo suficiente como para darse cuenta de que conocer gente nueva no le afectaba en absoluto. Buscó consuelo en el hecho de que todo se definiría en unos segundos más, tanto si las cosas iban para bien o para mal.

―Miren a quién encontré tomándose su tiempo antes de venir a saludarnos ―habló Hannah cuando entraron a la casa y se apresuró a cerrar la puerta detrás de ellos, como si pensara que su hermana mayor entraría en pánico y trataría de huir.

Instintivamente Erik comenzó a inspeccionar el interior de la vivienda con la mirada, sabía que cuando las personas tenían el lujo de poder mantener un hogar permanente llenaban los ambientes con objetos que delataban sus gustos, historias y recuerdos. De inmediato notó las fotografías familiares decorando las paredes, la mayoría mostraban a tres niñas en diferentes etapas de sus vidas, pero también había algunas que parecían muy antiguas que llamaron su atención. Un par de escopetas colgadas de la pared fueron un detalle inesperado, estaba seguro de que en esa casa no iba a encontrar ningún arma, pero era obvio que se había equivocado. Sin embargo lo que quizás llegó a desconcertarlo un poco era un juego de cinceles para tallar madera bastante numeroso y visiblemente desgastado colgado como si se tratase de una valiosa pieza de arte antiguo.

Prosiguió con su veloz inspección, por los muebles reconoció que estaba en la sala y también pudo distinguir la mesa del comedor en una habitación contigua al fondo a la izquierda. Casi como estatuas notó a tres hombres que se encontraban sentados en los sillones a unos pasos de donde se encontraba parado, al parecer su llegada los tomó por sorpresa. De inmediato reconoció que el mayor de ellos debía tratarse del padre de Abby, sus facciones tenían cierto parecido, los otros dos eran más jóvenes, por lo que seguramente eran los esposos de las hermanas de Abby.

―¿Por qué no llamaste avisando que llegabas hoy?

El reclamo fue hecho por la madre de Abby que salió desde la puerta de la cocina que se conectaba a la sala, tratando de acomodar su cabello al tonar que tenía una visita en casa. La mujer dibujó una amplia sonrisa al ver a su hija en compañía de Erik, sabía que iba a traer un hombre, si hubiese sido una amiga seguramente le habría dado al menos el nombre cuando hablaron por teléfono. Abrazó a Abby fuertemente por unos segundos para luego adelantarse al intento de ella por iniciar las presentaciones.

―Beth Stirling ―habló la mujer extendiéndole la mano a Erik como saludo.

―Erik Lehnsherr, un placer ―respondió con tranquilidad y una de esas sonrisas que le funcionaban tan bien con Abby.

―Me alegro mucho de que hayan podido llegar a tiempo, con el clima de esta zona a veces es complicado ―comentó Beth manteniendo una expresión amistosa.

El saludo propició que los tres hombres salieran de su estado de sorpresa y se acercaran para presentarse. Richard, el padre de Abby, rápidamente dejó ver cierto grado de entusiasmo por la presencia de Erik en su casa; los cuñados, Gale Johansen y Matthew Smith, aunque se mostraron amigables no comprendían de dónde había salido el hombre que tenían al frente. Por último Chloe, la menor de las hermanas de Abby, bajó desde el segundo piso al escuchar que tenían una visita.

Richard se apresuró en invitar a Erik a tomar asiento con ellos y ofrecerle una cerveza. La idea que Abby tuvo de tratar de mantenerse todo el tiempo posible junto a Erik para evitar demasiadas preguntas se esfumó al momento en que sus hermanas le pidieron de forma nada sutil que les ayudara en la cocina mientras la arrastraban sin permitirle darles una negativa, seguidas muy de cerca por su madre.

Peace could be an option [Erik Lehnsherr/Magneto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora