Erik demoró unos segundos en reaccionar, no era usual en él quedarse sin palabras, pero un embarazo era algo para lo que no estaba preparado. Su mente comenzó a trabajar velozmente, recalcándole que las múltiples noches en compañía de Abby no tenían razón para estar eximidas de la ley natural, por lo que la posibilidad de tener un hijo no debería de haberle tomado por sorpresa.
―Vamos adentro ―pidió y ella asintió en silencio. Iban a tener una conversación larga y un balcón en pleno invierno no era el lugar más adecuado.
Cuando Abby tomó asiento en la cama, Erik se acomodó a su costado. De inmediato notó que no era capaz de intuir lo que ella estaba pensando, algo bastante inusual ya que normalmente era un libro abierto para él. Trató de analizarla, de interpretar cada pequeño movimiento o incluso el ritmo de su respiración, sin embargo lo único que podía sentir emanando de ella era nerviosismo a un nivel muy cercano al miedo a pesar de su aparente tranquilidad.
Comprendía que con un anuncio como el que recibió no había escapatoria, iban a tener que tomar decisiones claras, seguir postergando la conversación sobre su futuro como pareja ya no era una opción. Minutos antes había estado bastante convencido que el hotel no era el mejor lugar para Abby. Aunque le costara aceptarlo, separarse era algo inevitable y hacerlo por decisión mutua era un mejor final que en medio de una pelea en un futuro no muy lejano. Pero todos los argumentos que lo habían llevado a convencerse se esfumaron con las palabras de ella.
Iba a ser padre y eso lo cambiaba todo. Jamás se imaginó como un hombre con familia, la verdad era que hasta hace unos meses el futuro para él simplemente se resumía en dos opciones: venganza o muerte. Sin siquiera haberlo planeado poco a poco estaba reconstruyendo lo que el destino le arrebató tan cruelmente, pero no era el momento adecuado.
―No pareces feliz ―comentó, sin saber muy bien cómo manejar la situación.
―Debería estarlo, ¿no? ―replicó Abby con una sonrisa triste―. Hannah no dejaba de sonreír cuando se enteró de su embarazo, creo que llamó a cada persona que conocía para contarle.
―No eres tu hermana ―intervino él, tratando de no quedarse en silencio y consiente que no había negado su falta de alegría.
―Y unos meses después volvió a llamar a todos sus conocidos cuando se enteró que no era sólo un bebé ―continuó, recordando lo emocionada que se veía su hermana ante la idea de que su primer embarazo la volvería mamá de dos bebés―. Me quejé con ella por no planear una forma más original de anunciarlo, claro que estando tan eufórica no creo que hubiera podido guardar la noticia por más de unas horas ―agregó sonriendo de medio lado.
En ese momento Erik se dio cuenta que, a diferencia de él, Abby tenía expectativas mucho más amplias que sólo un bebé saludable como resultado final. No podía culparla, no se encontraban en medio de una guerra donde uno se enfoca en lo más básico, ella no tenía razón para conformarse con lo mínimo.
―¿Vas a quedarte? ―preguntó Erik, necesitaba saber qué pensaba hacer ella.
―¿Quieres que me quede? ―replicó Abby cerrando los ojos―. No quiero irme.
―Es tu decisión ―respondió, sabía que lo que realmente quería decir ella era que deseaba quedarse con él, sólo con él.
―Es tuyo ―dijo ella dirigiéndole la mirada al fin―, no es sólo mi decisión.
―No voy a abandonar esta lucha, menos ahora ―Si antes quería velar por el futuro de los suyos, la llegada de un hijo era aún más razón para hacerlo. Su deber como padre era garantizar que estuviera a salvo, sabía por experiencia propia lo que podía ocurrir cuando quien te debe proteger pone demasiada confianza en que la sociedad no va a lastimarlos.
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Peace could be an option [Erik Lehnsherr/Magneto]
FanfictionErik pensó que asegurar el futuro para los mutantes era el único camino con sentido, pero el destino decidió ofrecerle una opción distinta: la oportunidad de tener una vida pacífica. ¿Podrá conseguir un balance entre ambos aspectos o se verá obligad...