Capítulo 9

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~ Relata Fer

Me desesperaba no saber cómo tratar a esa gente, son cosas de las cuales yo sé poco más que las debes tratar con cuidado. 

Sonreí e hize click en el ‘terminar videollamada’ de facebook. Descanzé mi cara, me tiré en la silla y cerré mis ojos, desvaneciendo la sonrisa. Ojala en este momento ella estuviera sonriendo detrás de la pantalla y no destrozando el esfuerzo como yo en este momento. 

Derrepente me empezó a estresar traer ropa puesta, así que me quité la camiseta y los tenis. No sabía si tirarme en la cama o en el piso, porque la verdad tenía calor y el piso estaba helado por la refrigeración, y terminé acostándome en el piso, ya que daba. Ya llevaba tiempo en la misma escuela, Cambridge Hills, una para gente de dinero; pero ahora mis padres empezaron a sufrir económicamente y tuvieron que cambiarme de colegio. 

Mi padre trabajaba para el gobierno, y daban una buena paga. Él pertenecía a el partido demócrata de EE.UU., hasta que el republicano ganó las elecciones y mi padre se quedó sin trabajo. No teníamos mucho dinero que sacar de mi madre, pues aunque ella era costurera y tenía su propia marca de ropa, no era muy extensa y la vendía a menudeo en casa. Gracias a la caída, mis padres, ambos ingenieros en tecnología, abrieron un pequeño negocio de arreglo y venta de materiales de computación. Uno hubiera pensado que es una gran ganancia porque mis padres me regalarían laptops cuando quisiera, pero fue exactamente lo contrario pues no podían pagar inversión en mí. Yo seguía en el colegio Cambridge, pero cuando ese año terminó, mis padres no podían seguir pagándola. En el ciclo actual solo duré un bimestre, y ahora me estoy cambiando de escuela por una que sigue siendo de paga, pero mucho más barata. Si, voy a extrañar a mis amigos, pero la verdad me entusiasma que voy a poder estar cerca de _________(tn) y cumplir mi promesa.

Cuando lo prometí, eso de ‘no dejarla sola nunca’, ví en sus ojos una gran incredulidad; Ella no creía que fuera a cumplir mi promesa. Lo que no sabe es que se perdió de mucho tiempo por mi vida, he madurado, y todo lo que prometo lo cumplo a toda costa. Es algo que juré hacer, un reto para mi mismo, y ella no iba a ser la excepción. 

Recordé que tenía que reprogramar mi cita con Delia, ya que la última vez preferí no entrar… o más bien de olvidé de ella junto a __________(tn). Me pregunto cual habrá sido la teoría de Delia sobre la razón por la que no fui, ya que soy muy cumplido en ese tipo de cosas. Lo peor de todo, es que mi madre cree que si asistí. Nimodo, tendré que esperar a la cita del mes próximo para disimularla. 

-¡Feeeeeeer! –gritó mi hermana mayor desde su cuarto -¡¿Tienes internet?! ¡Esque para acá no llega! –Solté un gruñido y me puse de pie. Chequé si tenía internet en mi computadora pero no, no tenía, así que fui corriendo en calcetines al modem de internet. Chequé si todas las luces estaban prendidas, y como no fue así y me daba flojera ir arriba a avisarle a mi hermana, solo le grité desde ahí: 

-¡NO HAY INTERNEEET!

Tardó un minuto en contestarme, yo estaba en camino a la cocina.

-Ok, gracias –dijo en voz alta pero sin alteración alguna. 

Me lavé las manos en el lavatrastes, con jabón de los platos. Aún no sabía que iba a comer, pero me daba un asco gigante agarrar comida con las manos sucias… una pequeña fobia mía. Mientras me las enjuagaba, volteé a la ventana de enfrente y así, con las manos mojadas, moví las cortinas amarillas para dar un vistazo afuera.

Me gustaba la vista de la casa, porque teníamos un parque enfrente, al cual iban muchas personas a pasar el rato. Incluso yo, a veces. Hoy había niños, y al parecer había dos pares de cuates. Un par de perros con sus correas y una bola de mujeres hablando, quiero suponer que son amigas. De hecho, algunas eran muy guapas. Una rubia llamó mi atención, se parecía a Lucie. Otra bola de tipos se acercaban a ellas, esta vez eran hombres. Cuando se juntaron, se saludaron de beso en la mejilla, y esa chica rubia fué atraída brúscamente de la cintura por alguien, a quien saludo con un beso que hasta parecían comerse, con otro tipo, vestido de negro. Lo curioso, es que la chica se veía... incomoda, pero a la vez llevada. Yo desvié la mirada por cortesía, aunque no supieran que yo estaba viendo, y la enfoqué en la toalla con la que me secaba las manos. Pero me tomó unos segundos comprender.

La chica llevaba un brazalete verde. Igual al de Lucie. 

-¿¡Lucie?!

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora