Capítulo 47

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~Relata Melinda

*FERNANDO FUEREÑA, ESTÁS CELOSO?!
Enviado.

No me contestó por un buen rato. Incluso me llamaron para cenar y cuando regresé, ya no estaba el círculo verde que indica que estás conectado. No tenía de otra más que observar el lunes que sigue. 

El resto del fin de semana me la pasé revisando el muro de Fernando. No había señal de vida, no publicaciones, ni etiquetas, ni estados, ni nada. Me empecé a preocupar por lo que hice: qué le pasará a ______(tn) cuando vuelva a la escuela, la cara que le hará Fernando, puede que incluso haya pelea. No había visto las consecuencias de mi egoísmo…

No podía hacer otra cosa más que esperar, y no podía revertir nada de lo que dije, porque, para empezar, ya cerré la sesión de _______(tn) en mi computadora.

~Relata ____________(tn)

Cuando llegué a casa después de casa de Melanie, preferí no meterme a la computadora por miedo a que me atreviera a hacer algo que me arrepentiría. Hay que dejar las cosas por la paz: yo quiero estar con Fernando, más que nada en el mundo. No me alejaré de él por una tontada.

Pasó sábado, domingo, lunes por la mañana, y aún prefería evitar esa conversación conmigo misma. Mi conciencia estaba preparada para confundirme con todo su poder, pero en cuanto había posibilidad de dejarla hablar, me entretenía con otras cosas solo para no pensar en él. Eso convirtió mi fin de semana en algo muy productivo, y cuando estuve agotada el domingo por la noche, me di cuenta de que debía hacerlo más seguido. 

En el carro, de ida a la escuela, mi cabeza reventó. Mi conciencia explotó y empezó a soltar tantas cosas que mis ojos se pusieron llorosos, aunque no entendía ni qué estaba pensando. Mi mirada se fue a la ventana para evitar ver a mi madre a los ojos. Me bajé del carro y caminando hacia la puerta del estacionamiento, solté una lágrima congelada. En el camino al aula, recé porque fuera un buen día. Cuando llegué al salón, ahí estaba Fer, como siempre… pero no me dirigió la mirada. Miré el piso, puse mi mochila en mi lugar, y casi tiro a Javier para que me dejara pasar afuera. 

-¿________(tn)? 

-Déjame en paz, Javier. Ahora no estoy de humor.

-Escúchame, por favor. –Seguí mi camino, acelerando el paso, pero él se adelantó y se puso frente a mí, sujetándome los hombros. -¿Qué fue eso del viernes? Ya me enteré. Fernando está muy enojado. Creo que fuiste tú la que se pasó esta vez, ¿Sabes? Yo creo que….

-¿Viernes? ¿Quién te dijo? ¿Melinda? –Me quedé confundida. ¿Por qué Melinda le diría a Javier nuestros ‘planes’ de querer cortarle el rollo, cuando ni siquiera lo hice? Espera, ¿Por qué Fernando está enojado, se enteró?

-No, Fernando –fruncí el seño. No estaba entendiendo de dónde sacaron esa información. -¿Qué? –preguntó él, más confundido.

-¿Qué… qué te dijo, Javy? –mis manos comenzaron a temblar. Algo no estaba bien.

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora