Capítulo 31

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~Relata _____________(tn).

-¿Sí sabes qué hora es, no? –Le dije cuando caminábamos de la mano a una cuadra rumbo a mi casa. Fer desbloqueó su celular y vió las 16:37. 

-Solo tengo algo que decir.

-No me digas… -y juntos dijimos: -YOLO. –reímos un buen rato y llegamos a la puerta de mi casa. No puedo negar que no me alteré ni me puse nerviosa: Mis padres son muy sobre-protectores, en especial mi madre que es muy preocupona, y mi padre que es tan “yo siempre tengo la razón”. Tenía miedo a lo que me enfrentaba cuando diera un paso en mi casa.

La luz del farol de gas que está en el pasto nos iluminó solo los pies. Sin embargo, sus ojos que reflejan hasta el más mínimo destello, me hacían no desviar la mirada a pesar de estar más desconcentrada que nunca. Yo tan distraída, él tan centrado.

-Me encanta cuando sonríes en lo obscuro. –Me dijo casi a susurro, más bien pensando para él. Como un impulso, deslicé mis manos desde su cuello a la barbilla y lo besé, pero después caí en cuenta de que estaba frente a mi casa y que eran las 4 y media de la mañana y me aparté violentamente de su cara.

-Parecía que me ibas a dar una cachetada, jajaja. ¿Qué pasó, preciosa?

“¿Qué pasó, preciosa?”…

Esa frase rebotó en cada rincón de mi mente. Mi conciencia quería hablar: Pero no sabía que decir; Mis defensas querían hablar: Pero no sabían que defender. Estaba boquiabierta frente al chico que me acaba de considerar “preciosa”. En mi mente, tantas palabras se juntaron que no sabía ni qué rayos estaba pensando. De hecho, se me olvido que Fer estaba enfrente, que en mi casa estaba enfrente, que eran las 4 de la mañana, y que era Año Nuevo. Ni siquiera sabía si debía soltar una sonrisa, darle un beso, o darme la media vuelta y meterme a casa. 

-… ¿___________(tn)? ¡____________(tn)! 

-¿Ah? -Fernando se rió. 

-Sé lo que estás pensando. –Me reí yo esta vez, pero por semejante estupidez. Realmente no sabía que estaba pensando, era una idiotez, no podría entrar a mis pensamientos, no sabe como es mi vida, él no…

-…Claro. Estás con tu mente hecha un revoltijo porque te dije preciosa. Lo eres, _________(tn), eres PRE-CIO-SA! –Solté una sonrisota y él me cargó y me besó. 

-¡Feeeer! ¡No grites! –Carcajeo yo, y él me baja con cuidado. –Me la pasé muy bien, pero creo que debo entrar a casa. 

-Por supuesto, mi preciosa dama, yo la acompaño hasta su puerta. –Me reí un poquito. Sincronizamos pasos y llegamos los escalones principales y le dije:

-¿Te acuerdas en las películas de los 80’s que veíamos en clase de arte? En aquella película en que el chico guapo le decía al nerd tips para las citas, y le dijo que si a la chica le gustaste, te daría un beso en su puerta, y se volverían más que amigos?

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora