Capítulo 25

80 4 0
                                    

~Relata _____________(tn).

Cuando despegamos los labios, nos miramos a los ojos que estaban a unos 3 centímetros de distancia. Sus ojos eran profundos, café como todos los de Phoenix, pero cuando trataban de expresar algo parecían un hoyo negro, un callejón infinito, una bolsa sin fondo. Las luces de la discoteca pegaban en su pupila y filtraban en su iris haciéndolos notar. Quería meterme en sus ojos, quería poder estar dentro de él, quería poder leer sus ojos y su mente. 

Su frente y mi frente se pegaron y yo solté una carcajada que me hizo despegar el cuerpo para atrás, pero sus brazos me detenían. Él sonreía de oreja a oreja. 

Lo típico que haría una pareja cuando van a una fiesta sería sentarse a besarse toda la noche, y a veces hasta llegar a más. Sin embargo, como éramos bastante santos –y en parte estúpidos- preferimos pasarla bien bailando junto con nuestros amigos. No pasé toda la noche con él, de hecho, lo dejé con sus amigos un rato para ir con mis compañeras. Pero cuando menos me di cuenta, eran las 11:48. 

“Mierda, tengo que buscar a Fer.” Pensé. Sonreí a mis amigas y les hice una seña con los dedos para expresar ‘Vuelvo al rato’. Vi a una de ellas sonreírme pícaramente y me sonrojé al darme vuelta. El Fetch estaba repleto de gente, y por más que recorría, no encontraba a Fer. Volteé a ver la hora: 11:53. “MIERDAAAAAA.” El que iba a hacer la cuenta regresiva ya se había presentado y estaban diciendo un discurso sobre los propósitos para este año nuevo. Entre más tarde se hacía, sentía que los tacones me dolían más. Mis ojos se exaltaron cuando vi que eran las 11:57, y casi empiezo a llorar porque quería que fuera todo muy perfecto y no estaba resultando; Pero siento unas manos alrededor de mi cintura y cuando volteo para atrás puedo ver su cara en perfecta resolución, a pesar de la oscuridad. 

-¿Creías que la ibas a pasar sola o qué? –se rió y me besó detrás de la oreja. 

-Hay idiota, ¿hace cuanto me estabas viendo? –dije cuando me di la media vuelta. No estaba molesta, pero si un poco avergonzada.

-No mucho –dijo, -Unos 5 minutos detrás de ti fueron suficientes para ver como entrabas en pánico extremo. –Me reí.

-¡Estamos a tan solo 1 minuto para la cuenta regresiva! Así es, son las 11:58 y falta casi 1 minuto para empezar el nuevo año. –Volteé a ver a Fer, que según yo también miraba el reloj, pero en realidad nunca despegó la mirada de mí. Sonriendo, puse mis manos en su nuca. 

El minuto pasó volando.

-Y la cuenta empieza…. ¡Ahora! –dijeron, y la gente empezó a gritar: 10, 9, 8, 7, 6…

5…

-Te quiero.

4…

-Y no sabes cuánto. –le dije.

3, 2…

-________(tn)…

1…

-¿Quieres pasar el 2012 conmigo?

Este último segundo duró una eternidad.

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora