Capítulo 32

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~Relata _____________(tn).

-¿Te acuerdas en las películas de los 80’s que veíamos en clase de arte? En aquella película en que el chico guapo le decía al nerd tips para las citas, y le dijo que si a la chica le gustaste, te daría un beso en su puerta, y se volverían más que amigos?

-Novios, sí. Pero no estamos en los 80’s. Aquí mi beso significa que te amo, y no te desesperes, lo tomaré en un momento indicado, no ahora. –Me sentí avergonzada y bajé la cabeza, pero él tomo mis manos y sonrió. –Te amo, como si fueras mi arco con el que practico tiro y pongo mis ambiciones de llegar a ligas mayores en ti. Te amo, como si fueras las rosas que mi madre planta y cuida y riega todos los santos días en el jardín delantero, frente a los vecinos, que yo creo ya la creen las loca de las rosas –ambos reímos mirando al suelo- pero son su vida, valen mucho, como tú a mí. Te amo. Y eso es todo. 

Dejé de pensar y me dejé llevar por el beso. A pesar de estar su mano en mi cintura baja y ser un beso prolongado, ninguno de los dos tenía la intención de llevarlo a más: Es un beso de amor, de emoción y sentimiento, de lo que siento, lo que sé y lo que soy.

Nos quedamos viendo el uno al otro alrededor de… bueno, no conté el tiempo en realidad. Pero agaché la mirada y después de decir gracias, me dirigí a la puerta de mi casa, diciéndole adiós y gracias con la misma mirada.

Y giré la chapa, que comúnmente se atora, pero se arregla si la tiras arriba y a la izquierda, solo que esta vez no funcionó. ¿Estaba cerrado? ¿Me habían dejado afuera? ¿Estarían taaaaaan enojados? ¿Qué haré el resto de la noche aquí y…?

Oí una risita.

-___________(tn). 

-Que me escondes Feeeeer… -Y volteé mientras que él estaba centado en el porche de mi casa. 

-Mi preciosa, ¿Qué hace falta aquí? -No entendía… ¿Mi celular? No, lo traigo en la mano. ¿Las flores? Todo está en su lugar… -¡EL CARRO, ________(tn)! EL CARRO.

-Oh. –Nos carcajeamos y yo me senté en las escaleras para hacerle ademanes de que se sentara junto a mí. ¡Mis padres ni siquiera se preocuparon en llegar! Era perfecto, sin regaños, sin nada. Diremos que llevamos mucho tiempo esperándolos aquí. Nos recargamos en la esquina que contrarestaba la puerta, y apoyando mi cabeza en su hombro, caí en un sueño profundo…

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora