Capítulo 50

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~Relata _____________(tn)

Estamos a 24 de enero, siento como si hubieran pasado tres vidas eternas. Cada respiración que daba en cada segundo del día me daba dolor de pecho porque sabía que él ya no está, y han pasado solo 24 días desde aquél momento en que nos amábamos. ¿Qué nos pasó?

“A veces”, escribí en una hoja de cuaderno, con una pluma negra que había traído de la oficina de mi abuelo, “Me siento más poderosa que nadie. Me siento indestructible, me siento inteligente, a pesar de estar enferma”.

-¿Qué escribes? –me solloza una voz en el oído. Me aturdió tanto que por un milisegundo, tuve la ilusión de que fuera mi Fernando. -¿Te asusté? –Me preguntó Javier cuando alcé la barbilla. 

-Oh –solté una risita, que salió medio fingida (y que bueno, si estaba fingida) –Si, un poco –Sonreí y cerré el cuaderno. Nunca había escrito algo en mi vida, me sentía cursi. 

-Vamos, te vi escribir algo. Muéstramelo. –Javier quita mi mano con delicadeza, pero abre el cuaderno con violencia. Yo le pellizco con fuerza la mano y se la aplasto con la pasta del cuaderno y mi otra mano. –¡Hey!

-No quiero mostrártelo.

-¿Por qué?

-Me da vergüenza. –Afirmé, pero más como un pensamiento que vagó de mis perdidas excusas hacia mis labios. Javier se soltó riendo, se oyó un poco escandaloso, pero al fin y al cabo el salón estaba lleno de ruido. 

-¿Te da VERGÜENZA? –Me contagió un poco la risa, es verdad. –No puedo creerlo. ¿Conmigo, que soy tu… compañero de enfrente? –“Compañero de enfrente”. Fingí no tener reacción ante semejante golpe bajo. 

-No quiero que lo leas –Se lo arrebaté, y con rudeza le empujé el hombro para que se volteara hacia enfrente. Crucé mis brazos sobre el escritorio y metí la cabeza entre ellas, tratando de ocultar alguna lágrima que pudiera salir.

Dormí 3 clases seguidas. No estaba de ánimos para nada, absolutamente nada. Llegó el receso y ni cuenta me di, alguien me toca el hombro y, de nuevo, por otra milésima de segundo, me cupo la posibilidad de que fuera mi Fernando.

-____________(tn)… -Me agitó el hombro suavemente. -____________(tn)… Despierta…

-Mjm… -“¡No me hagas esto Javieeeeeeeeeer!” –Qué pasó…

-Nada, solo que es receso. Ya fue suficiente. –musita. Me quedo inmóvil en mi asiento, esperando alguna reacción. Pero no hubo ninguna, y en parte lo agradecí, que me sentía más triste que antes. -_________(tn)… -No me molesté en contestar, solo levanté mis ojos y apunté a los suyos. -¿Puedo hablarte de algo? –Seguí mirándolo de la misma manera, en señal de un sí, aunque dentro de mi fuera un no. Cuando captó, se aclaró la garganta, y dijo: -Quiero que vuelvas a ser mi __________(tn) de antes. –Me quedé asombrada, boquiabierta. –Quiero ayudarte.

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora