Capítulo 67

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~ Relata ________(tn)

-Si, ¿Bueno? –Me sentía una completa idiota llamando al tarado del tal Carlos. Hablando de mi mientras yo estaba inmune, eso es de cobardes. Era un cretino. Igual no puedo negar que tengo ganas de saber que está pasando con Fernando, y qué quiere de mí, y la verdadera razón por la cual estuvo en el hospital.

-Así que decidiste llamar.

-Explícame… eso. –exigí.

-Bien, no sé si estás en grado como para ayudarme, ahora que lo pienso. Ya sabes, porque eres mujer, y tienes sentimientos y eso. –Me quedé callada. –Bien. Estoy trabajando con unas personas que están acabando con un problema de una persona que trabaja en el gobierno, ¿sí? La noche en que este tal Fernando fue llevado al hospital, se encontró con un trabajador nuestro que hace la misión de espía. Y…

-¿Eso no es ilegal?

-Déjame terminar, niñita. –Volví a cerrar la boca, no quería problemas. –Entonces, el tipo que lo golpeó fue muy impulsivo, tuvimos que castigarlo, no te preocupes. Pero después de esto, habíamos temido que fuera demasiado idiota como para contarle a la policía, y así fue. Tuvimos que gastar mucho de nuestro tiempo esquivando a las patrullas, ¿Sabes? Y aunque después le dejamos en claro que no se metiera más con nosotros, lo volvió a hacer. Y le dio una dirección a la policía. 

-Ouh…

-Si, Ouch. Tenemos que hacer que se asuste un poco, niña. No podemos mandar a hacer algo de verdad mientras la policía esté detrás de nosotros, ¿Comprendes? Y tu eres el arma perfecta.

Me quedé reflexionando un momento: el ‘arma perfecta’. ¿Qué estaban intentando hacer conmigo? Y si ya me contó todo el plan, ¿Me tendrá que meter en sus ideas a fuerza? ¿Qué pasará si a mí se me escapa una palabra? Y en especial, ¿Y si yo no quiero verlo más?

-No tengo opción, ¿Cierto?

-Ciertamente no –contestó él. –Pero sé que aún así dirás que sí por decisión propia. –Esperé, aunque sabía que tenía razón. 

-Mmm… De acuerdo. ¿Qué estabas pensando que haría?

Pude oír como al otro lado de la línea, Carlos tragó saliva. Supuse que esta era la parte que no me gustaría oír.

-Vuélvelo a enamorar. 

Casi escupo la limonada que estaba tomando cuando escuché eso, y creo que por la mala mirada, mi madre lo notó.

-¡¿Disculpa?!

Enferma e Inteligente / NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora