Feral; [ns]

1.29. Infértil

Siberia, Rusia del Este

El frío de algo sobre su cabeza lo despertó abruptamente. Una mano callosa se posó en sus labios y lo jaló hasta levantarse.

-Haces ruido, y el Alfa se muere. -Le dijo en un acento raro el hombre detrás de él. Solamente asintió. Harry se encontraba profundamente dormido y sólo a él se le había ocurrido darse un baño en el agua congelada de la caverna. Al menos tenía el bóxer puesto y la camisa transparente. - El Grande está muerto. -Comunicó el que lo tenía agarrado y a Niall se le dilataron las pupilas.

¿El grande... Era el papá de Harry?

Justo cuando estaba por abrir su boca la mano de ese hombre recorrió sus caderas hasta tocar su glúteo. Mordió fiero su mano y se ganó un golpe en la mejilla, y uno justo debajo de su ojo con un anillo

- ¿Qué te dije, eh? Al parecer el Líder no tiene malos gustos de golfa. -Se burló en su oído para lamerlo húmedamente. Niall vio cómo ponían una pistola Ak200 Rusa en marcha, para donde Harry dormía y empezó a lagrimear. Él era fuerte y... y se estaba doblegando. -Así... -Dijo cuando logró pellizcar sus pezones y sollozó.

Hasta que se salpicó todo de sangre

Abrió sus ojos azules hermosos y vio a Harry apuntando seguro e imponente hacia el cuerpo, con un tiro de gracia como era particular en su *'sociedad'. Niall se levantó y corrió hacia él, abrazándolo por su cintura.

-Perdóname, mi amor. Yo debí... -Sintió como apretó su mandíbula contra su cabello rubio descuidado y el Omega negó.

-Para nada... Estás acá... ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué esos...? -Lo calló con un beso en sus labios y uno en su frente. El castaño le colocó su abrigo blanco no sin antes acicalarlo con su lengua.

-No preguntas. -Dijo en ése extraño idioma. -había sonado como un 'ikke spor- pero Niall lo interpretó. Harry sonrió mimoso y agarró sus lindos cachetes. - Tienes que aprender el noruego. ¿Va? Ahora tenemos que irnos. Louis está esperándonos en el helipuerto.

¿Helipuerto? A mitad de Siberia dónde... ¿¡Acaso este Alfa me toma como idiota, qué cree que voy a creerme...

-Calla. -Le miró severo y le tomó de la mano para salir. Niall aún se sentía como... doblegado pero a pesar de su mente fría... se sentía realmente bien si era con Harry.

Solo... Con Él.

Al subir, -por cierto era un helicóptero de planta baja y sin puertas, blanco- Vio los ojitos de Louis, resplandecientes y su mirada profunda. Asintiendo. No habló por cosa rara.

-El Grande... -Empezó el ojos azules Alfa. Harry asintió y se dedicó a ver el moretón que empezaba a formarse en su ojo. ¿Cómo podía él estar así, tranquilo cuando su padre había muerto?

Los ojos de éste cambiaron a un negro profundo y antes de que el helicóptero subiera, Harry corrió hacia la caverna y Niall casi se cae al intentar detenerlo.

-Harry ¡Espera! Maldita sea, deja de comportarte como un niño y regresa, juro que te voy a....

Últimamente Niall se quedaba a medias.

Vio sus colmillos largos y sus ojos dilatados. Hasta que la sangre empezaba por su nariz y terminaba en la nieve, escandalosa.

Con el corazón aun palpitando del otro. Lo escupió con asco.

Con la voz posesa y gruesa pronunció aquello mientras que veía fijo a Niall. Y si no lo conociera, le tendría miedo. - Du er min... Han har aldri nærmet oss, ingen treff min omega. (Eres mío. Nunca más se acercarán a nosotros... nadie golpea a mi omega) -Y demandante se acercó a él para que de un salto subiera al helicóptero con Niall a sus brazos.

Y nunca se sintió más seguro en su vida.

★

Moscú, Rusia Europea

Habían, al fin llegado a Moscú. Donde solitaria se encontraba una mansión. Con mucha seguridad y gente trabajando. Lo recibieron con miradas de disgusto, asco, y sorprendidas.

Harry gruñendo lo guío hacia el último piso donde el ama de llaves abrió la puerta. Y vio al extraño callado Louis, que contestaba su teléfono con una enorme sonrisa.

Liam, seguramente.

El rubio sintió sus mejillas sonrojar hasta adentrarse a la habitación. Dónde se encontraba una joven rubia de espaldas con una gran capucha. -¡¡Hermano!! -Ésta se giró y saltó sobre Harry. Era preciosa con ese maquilla plateado limpio en ella.

Gemma, se giró y abrió sus ojos sorprendidos. Olfateándolo.

-Nunca pensé que marcarías a un Omega infértil, Harry.