Capítulo VI

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Tina.

No a apartado la mirada de mi. Es tan molesto. He bailado como por veinte minutos y ningún chico se me ha acercado, sólo me miran embobados, pero ningún valiente se a acercado. A mitad de canción me fastidio, esta mas que claro que no me dejara cenar de nuevo. Dejo de bailar y camino hasta la salida, subo las escaleras y salgo a la calle. El aire golpea mi rostro, pero no siento ni frío ni calor. Ah sido así desde que soy una vampiresa. Ya no siento nada, ni el calor que emana del fuego, o el frío de la noche.
La comida, muy rara vez me sabe, normalmente puedo comer comida de humanos, pero si lo excedo, puedo asfixiarme.
Además de que he tenido que acostumbrarme a mi nueva velocidad, fuerza, y mi perfecta y revolucionada audición.
Y la luz del sol me quema hasta más no poder, es insoportable.

Tomo mi celular y leo la dirección, no estoy tan lejos. Me concentro y con la súper velocidad que tengo, corro hasta llegar a una casa gris. Miro el número. Seiscientos sesenta y seis. Suspiro y toco. Puedo escuchar como unos pasos se acercan a la puerta con pesadez, ¡pero que floja es!
Xitlali abre la puerta y me sonríe molesta. Ella es una mujer de casi cincuenta años, pequeña, cabello rubio y ojos cafés.

-No te esperaba tan rápido- dice.
-Te dije que vendría lo más rápido posible.
-Como sea.

Se gira y camina de regreso a la sala. Me aclaro la garganta con fuerza. Ella se detiene y gira su cabeza para verme. Alzo una ceja, ¿es estúpida o que? Entonces esboza una pequeña sonrisa.

-Pasa.

Doy un paso y por fin puedo pasar. Para ser bruja es muy tonta. La sigo por el pasillo hasta unas escaleras que dan al sótano. La verdad me esperaba no se, dibujos de estrellas de cinco picos, sangre, animales muertos, olor a putrefacción y esas cosas. Pero no todo está ordenado y limpio a comparación de cualquier sótano.
Hay una mesa en el centro, y en ella hay velas, una gran cuaderno que parece del siglo quince y unos cuantos amuletos.
Xitlali se sienta enfrente de la mesa y me mira.

-Recuerda que yo no sabía hacer esto, dame más tiempo Cristina.

Bufo.

-Ya te di cuatro días Xitlali, lo necesito ya, odio no poder salir a la luz del sol.
-Y eso es estúpido- réplica frunciendo las cejas.- ¿para que salir en el día si no sentirás el calor del sol?

Aprieto mi mandíbula frunciendo las cejas.

-Es algo que a ti no te importa.
-Tienes razón, sólo el dinero me importa.

Mira su libro de nuevo murmurando palabras extrañas, luego suspira y me tiende la mano.

-El objeto.

De mi pantalón saco un collar de oro blanco, con una pequeño zafiro, se lo tiendo. Toma un vaso con un líquido transparente y sumerge el collar en él, entonces empieza a citar.

Night ati ọjọ ni yoo, awọn dudu ẹjẹ ni pupa yoo di. Lilith ẹjẹ rẹ iṣọn yoo ṣiṣe awọn, diẹ yoo ni aye ni ọkàn rẹ. Day ati oru jẹ tun, akoko ni ọtá, bi rẹ kookan. O yoo ri awọn ina, owurọ ife rẹ ati ẽru reborn.

Si ustedes no entienden, menos yo.
Frunzo las cejas, y antes de poder pronunciar palabra, el agua empieza a hervir de una forma feroz, haciendo que humo negro salga del vaso sin que el agua cambie de color.
Cuando Xitlali termina se canto demoníaco el agua deja de hervir de golpe y sólo un ilillo de humo sale del vaso. Sin miedo Xitlali mete su mano en el vaso y saca mi collar. Se gira sonriendome y me lo tiende.

-Adelante.

Miro detenidamente la joya, no se ve... Distinta. Esta igual y como yo se la entregue. La tomo con precaución y la miro.

-¿Como sabré que lo has hecho bien?
-Bueno- se levanta caminando hasta un pequeño buró.- sólo hay una forma de saberlo.

Saca una lámpara y la prende, una luz violeta aparece y Xitlali me ilumina con ella. O más bien iluminar no es la palabra adecuada. Más bien me quema. Con un movimiento rápido me alejo hasta un rincón tomando mi brazo quemado.

-¡Maldita sea!- grito.
-Ponte el estúpido collar Cristina. Si no te lo pones no funcionara idiota- dice aburrida.

Gruño fulminándola con la mirada y me coloco el collar. Suspiro y la miro molesta.

-Si no funciona te arrancaré la cabeza- digo.
-Sólo si puedes- sonríe.

Entonces alza la lámpara alumbrándome. Suelto un gritito asustada. Cierro los ojos esperando el dolor de la luz ultravioleta.
Pero no pasa nada. Relajo mi cuerpo y abro los ojos. La luz ultravioleta toca mi cuerpo, pero no lo quema. Oh mierda...

-Funciona- murmuro.
-Que suerte- dice Xitlali más asombrada que orgullosa.

La miro.

-Podré salir a la luz del sol de nuevo.
-Sólo manten el collar en tu cuerpo y no te harás cenizas.

Asiento un par de veces. No puedo explicar la emoción que me invade ahora. Podré salir en el día, ver a personas, visitar lugares... ¡Comer de día! Xitlali apaga la luz regresandome a la realidad.

-Ya cumplí. Ahora, mi pago.

Suspiro y le entrego una dirección. Ella lo tomo y frunce las cejas, molesta.

-¿Y esta mierda que es?
-La dirección donde están encerradas las vírgenes.
-¡Se supone que las traerías aquí!
-Dime ¿como mierda traeré a diez vírgenes a esta casa sin levantar sospechas? No seas estúpida.

Me giro para subir las escaleras pero mi cuerpo choca con algo. ¿Pero que...? Alzo mis manos frente a mi, hay una pared invisible. ¿Como mierda va a ver una pared invisible si baje por...?
Me giro lentamente. Xitlali tiene una mano alzada en mi dirección. Maldita bruja.

-Quiero a esas chicas aquí- dice con voz ronca.
-No puedo traerlas, entiendelo.

Ella gruñe y mueve su mano con brusquedad, llevándome a un lado con fuerza. Choco contra la pared con fuerza. Me levanto rápidamente, pero vuelve a alzar su mano deteniendome. No puedo moverme. ¡Carajo!

-Si no me las traes, olvidate de tu amuleto.
-Xitlali...
-¡Las quiero ahora!- grita.

Entonces una fuerte corriente de aire me empuja hacia atrás, golpeando mi espalda con las escaleras. Alzo la vista. Una llama anaranjada sale de sus dedos y me fulmina con la mirada. Bajo la vista y veo mi collar en una de sus manos.
Rápidamente llevo mi mano a mi cuello. No está.

-Te lo devolveré cuando me traigas a esas chicas.
-Hija de...
-Hasta entonces.

Chasquea los dedos y de repente ya no estoy en el sótano con ella, ahora estoy en un callejón oscuro y apestoso.
¡Maldita perra!

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Cita en español:

De la noche es y del día será, la sangre negra en roja se convertirá. Por la sangre de Lilith en sus venas correrá, más la vida en su corazón tendrá. De día es y de noche también, el tiempo es el enemigo, al igual que su ser. Ella la luz verá, el amanecer tendrá y de las cenizas ella renacerá.

Inventada por mi, no hay copia.

Noche de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora