Capítulo XV

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Tina.

Bajo del auto aún con el pensamiento de que tengo algo malo, que sigue después ¿que vuele?
Tristán también baja del auto y caminamos juntos hasta un auto con el capote abierto. Los chicos ya están allí, mirando a una chica con bikini revisando el auto. Su piel es bronceada y su cabello naranja, una rara combinación. La luz de la luna ilumina su cuerpo bien formado mientras que las luces de la casa iluminan el auto.

-Kesha Kimstorn, hija del gran brujo Key Kimstorn- dice Richard con media sonrisa.
-Richard Cloud, el idiota mujeriego- dice sin vernos.- también están, los hermanos Blade.

Se incorpora y está vez nos mira, más bien me mira a mi.

-¿Y tu eres?
-Tina- contesto con el ceño fruncido.

Kesha me mira de arriba a abajo con descaro, luego chasquea la lengua, toma un trapo y se limpia las manos.

-Bien, ¿que quieren?
-Información sobre el cáliz de Lucifer- dice Tristán.
-Estan de broma ¿no?
-¿Por que todo el mundo dice eso?- me quejo.- ¿Por que es tan sorprendente de que dos vampiros busquen un estúpido cáliz?
-¿Será por que todos han muerto al intentar buscarlo?- inquiere alzando una ceja.

Alzó las cejas. ¿Muerto? Miro a Tristán que me regresa la mirada nervioso. Ese idiota no sabía los riesgos, genial.

-Somos vampiros, nada puede matarnos- dice Richard.
-Serán sobrenaturales, pero no inmortales. Deja de ver televisión.
-¿Podemos no desviarnos del tema por favor?- hablo molesta.- ¿Sabes o no donde está el cáliz?

Ella me mira frunciendo los labios.

-Lo sé. Pero les costará.

Gruño. ¡¿Por que todo el mundo quiere algo?! ¡¿Que no lo pueden conseguir por ellos mismos?!

-¿Que quieres?
-Bueno, soy una chica joven, y muuy solita.

Ahí va la puta.

-Eso se puede arreglar- dice Richard seductoramente.

Pongo los ojos en blanco. Pero que asco. Richard comienza a acercarse a esa cuando una ráfaga de aire lo empuja hacia atrás sin tirarlo.
Kesha mueve el dedo de un lado a otro con una sonrisa.

-Tú no.

No puedo evitar sonreír de medio lado al ver la cara de indignación de Richard.
Kesha amplia su sonrisa.

-Te quiero a ti- señala a Tristán, entonces mi sonrisa se borra.

Miro a Tristán que abre un poco los ojos, sorprendido. ¿Que? ¿Por que él? ¿Que no ve que es un descerebrado? Digo, los otros dos también, pero Tristán más.

-¿Y por que a mi?- logra preguntar Tristán.
-Si, ¿por que él, Kesha?- se queja Richard.
-Ya me acosté contigo muchas veces, aburres Richard- dice mirándolo sonriente. Mira a Tristán.- Pero este es nuevo. Veremos qué tan potente es.

Kesha sonríe y camina hasta la casa. Estoy estupefacta. Todos la seguimos adentro, es una casa bonita pero sencilla. Kesha se sienta en una mesa de madera con las piernas abiertas.

-¿Entonces?

Respiro hondo. Quiero ahorcarla, por perra. Tristán avanza un par de pasos, mirándola fijamente.

-Si hago esto, ¿nos dirás donde está?
-Claro que si- dice seductora.
-¡Ay por favor!- exclamó ya furiosa.

Tomo a Tristán por el cuello y lo jalo a un lado. Me planto frente a Kesha.

-Deja de ser una perra por cinco segundos y pide algo sensato.
-¿Perra? Yo soy la que tiene la información que necesitan, además de que sin mi, no tienen nada.

Noche de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora