Tina.
-Estas de broma verdad- digo burlona.
Mi sonrisa se borra cuando Tristán me mira fijamente. Oh mierda...
-Mejor larguense, o les romperé el cuello- gruñe Christian.
-Como dije, necesito tu ayuda- contesta Tristán.
-Mira pedazo de...
-¡Ya basta!- grito.Los dos me miran molestos, como si yo tuviera la culpa. Dios, pero que irritantes son.
-Será mejor que hablemos de esto con calma y...
-No tengo nada de que hablar con este cobarde- dice Christian.
-Bueno, con él no. ¿Y conmigo?Él frunce las cejas por un momento, mirándome de arriba a bajo, luego su mirada cambia a una pícara.
-Tal vez por una buena mamada te ayude.
-O tal vez si evito romperte los dientes nos ayudes- digo alzando una ceja.
-Que ruda- alza varias veces las cejas.Le enseñó el dedo medio y lo rodeo para entrar a la casa.
-Hey, aún no he dicho que si- se queja.
-Pero tampoco has dicho que no- contraataco.Abro la puerta y la chica rubia ya se está vistiendo, parece irritada. Me mira y abre los ojos sorprendida.
-Largo.
-¿Que?- pregunta la rubia.
-Dije que te largues sorda.Coloco las manos en mi cadera, autoritaria. Ella toma su bolso y sale corriendo del departamento. Estúpida.
-Acabas de asustar a mi polvo- dice Christian molesto.
Lo ignoro y miro al rededor. Parece más una habitación de chico malo desordenado que la de un adulto. La cama desatendida, ropa por casi todos los lados, la mesa llena de platos sucios y envases de comida, en serio que no me quiero imaginar como estará el baño.
-Linda pocilga- digo mirando la cama.
-Se llama casa mal educada.
-¿A esto le llamas casa?- me giro burlandome.Christian pone mala cara y Tristán sonríe un poco.
-Los malos modales son lo que caracterizan a Cristina- comenta Tristán.
Me encojo de hombros.
-Estoy orgullosa, no puedo negarlo.
Christian pone los ojos en blanco y se dirige a la navera, saca una cerveza, la abre con la mano y da un largo sorbo.
A pesar de tener el cabello castaño despeinado y ojos negros, debo admitir que es guapo.-¿Y bien? ¿Que quieres preciosa?
-Bueno, en primera, mi nombre es Tina, no preciosa, grabatelo idiota. Y en segunda, queremos información sobre el cáliz de Lucifer.Christian escupe la cerveza con una sonora carcajada. Un poco cae en mi rostro, la quito con asco mientras lo fulmino con la mirada.
-¿Acaso dije algo gracioso?- pregunto irritada.
-¡¿Gracioso?! ¡Acabas de decirme el mejor chiste de mi vida!- exclama sin para de reír.Frunzo los labios. Es un maldito imbécil. Miro a Tristán que está masajeando su frente, claramente irritado.
-¿A esto le llamas informante? Es un mediocre Tristán.
-Hey reinita, cuidado con lo que dices- dice Christian ahora serio.Lo miro alzando las cejas.
-¿Perdon? ¿Eh dicho mentiras?
-Eres ruda, pero no lista. No te metas conmigo.
-Y tu eres arrogante y estúpido. Tampoco te metas conmigo.Christian frunce las cejas y camina hacia mi con fuertes pasos. Tenso mi cuerpo, esperando que haga el primer movimiento, pero el cuerpo de Tristán se coloca enfrente de mi.
-No la toques- murmura.
-Vaya, ¿desde cuando eres su perro de ataque hermanito?
-Te lo advierto Christian, no me provoques.
-¡Oh que!- lo empuja.- ¡vas a matarme como lo hiciste con mamá y papá!Abro los ojos de par en par. ¿Escuche bien? Mis ojos se dirigen rápidamente a Tristán, que tiene una mirada de odio en los ojos, y su cuerpo tan tenso que podría romperse en mil pedazos.
Entonces por eso se odian... Tristán... Oh, mierda.-Sabes que no fue asi- contesta Tristán.
-¡Ah, no! ¿Entonces que? ¡Dime bastardo!Tristán respira profundamente, seguramente tratando de relajarse. Paso una mano por mi cabello y tocó su hombro, se que no debo meterme pero solo estamos perdiendo tiempo.
-Podemos dejar esto para después- susurro en el oído de Tristán.
Lentamente baja la mirada hacia mi, sus ojos encuentran los míos, y despacio asiente. Le regresó el gesto y miro con dureza a su hermano.
-¿Sabes o no donde está el cáliz?
-Claro que no. No se por que vinieron aquí, yo no soy el que sabe esas cosas. Richard si- mira a Tristán.- y tu lo sabes idiota.¿Pero que...? Me giro lemtamente a Tristán furiosa. ¿Que mierdas hacemos aquí entonces?
Él cierra los ojos por un momento, luego los abre mirándome.-Tina...
Alzó mi mano y golpeo su rostro con mi puño, logrando que salga disparado contra el sofá.
-¡Me engañaste! ¡Como pudiste!
-Lo siento, necesitaba verlo...
-¡¿Y no pudiste hacer eso cuando acabáramos la estúpida búsqueda?!
-Ya estábamos aquí, no podía...No lo dejo terminar. Tomo un jarrón de la mesa y se lo arrojo, este cae en su brazo gracias a que se mueve, pero eso no impide que le haya cortado el brazo.
-¡Tina!
-¡Maldito idiota! ¡Me las vas a pagar!Me arrojó sobre el encestando un puñetazo en su horrible rostro. Trato de volver a golpearlo, pero me toma del brazo impidiéndolo.
-¡Ya, calmate!- me grita.
Se mueve y caemos del sofá, él encima de mi. Se acomoda a modo de que no me pueda mover. Gruño.
-¡Tina, ya!
-¡No! ¡Te arrancaré la cabeza, hijo de la gran...!
-Calmate, tus ojos.
-¡Que tienen mis malditos ojos!Me levanta con brusquedad y me acerca a un espejo de cuerpo completo. Casi se me cae la quijada al ver mis ojos negros, sin pupila y sin iris. Totalmente negros. ¿Pero que...?
-¿Que me pasa?- pregunto en un susurro.
-Has perdido el control- dice Christian acercándose.- pero esto es... Bueno, normalmente cuando un vampiro pierde el control sus ojos se tornan de un rojo brillante. Pero los tuyos son inexplicablemente negros.Me miró fijamente en el espejo. Poco a poco mis ojos van recobrando su color y normalidad. Esto debe ser una maldita broma. Alzó la vista y veo a Tristán serio, inspeccionando mi rostro. Luego miró a Christian que más que nada parece sorprendido y curioso. Tal vez si hay algo malo en mi. Sacudo la cabeza, no tenemos tiempo para esto.
-Luego investigáremos que es lo que me pasa- me giro mirando a Tristán.- el tiempo corre. Vámonos.
Él suspira y asiente. Que buena decisión. Tomamos nuestras cosas y caminamos a la salida.
-¿Y yo que? ¿Me dejarás así Tina?
Giro mi cabeza y miro a Christian que tiene los brazos extendidos a los lados.
-No sabes nada del cáliz, no te necesitamos.
-Pero se donde vive Richard.
-Yo también lo sé- interviene Tristán.
-Hace años que te fuiste bastardo, las cosas cambiaron.Tristán bufa y quita su mirada de él. Niego con la cabeza, Tristán tiene mucho que contarme.
-Bien- digo a regañadientes.- pero si te escucho hablar más de lo debido te regresaré en una pieza, ¿has captado?
Tristán chista con la lengua y sonríe. Christian asiente con una sonrisa arrogante, toma unas llaves, su celular, cartera y una chaqueta.
-Vamos entonces.
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Noche de Sangre.
Vampire¿Que tal si nos alejamos un poco del típico cliché entre humana tonta que se enamora de un vampiro el cual es indiferente al principio y luego por arte de magia se enamora de ella? Que tal si cambiamos las cosas. Una donde no sólo el hombre tenga qu...