Noche de Sangre.

Capítulo XXIII

Tina.

Estoy sentada en la mesa, cruzada de piernas, mirando como Christian trata de razonar con Richard en no matarme por romperle el cuello. Una sonrisa de medio lado está formada en mi rostro, no puedo evitarlo, me divierte demasiado está escena. Kesha a salido, dijo que tenía que ocultar su casa de los inmortales si es que nos buscan.
Y por otro lado Tristán está al lado mío, mirando la misma escena que yo con diversión.

-Sabes que te odiara por toda la vida, ¿verdad?- dice con burla Tristán.
-Sabes que me vale mierda, ¿verdad?

Lo miro, tiene una sonrisa de medio lado y está mirándome. Trago saliva. Genial, ya me puso nerviosa. Giro mi cabeza, evitando su mirada, lo último que quiero ahora es una cercanía con él, ya me he visto como toda una florecilla en peligro de extinción y lo odie demasiado.

-Tenemos que hablar Tina- susurra de repente en mi odio.- no puedes evadirme toda la vida.
-¿Quieres apostar?- inquiero sin aliento.
-Me gustaría retarte en varias cosas. Pero sabes que no dejaré esto así.

Me giro para reclamarle, pero me sorprendo al darme cuenta de que ya no está. ¿Donde mierdas se metió?
Gruño. Odio cuando hace eso. Me bajo de la mesa y camino a la salida. Kesha se encuentra a unos cuantos metros de mi, con sus manos alzadas, moviéndolas en círculos y murmurando palabras demasiado extrañas. Me acerco a ella, hasta quedarme a su lado. La luz del día ilumina toda la playa y a lo lejos puedo ver a muchas personas disfrutando del mar y la luz del sol.

-No nos pueden ver- dice Kesha.
-Lo sé. Bueno, me lo imaginé.

Ella asiente y baja las manos, mirándome.

-Amé lo que le hiciste a Richard. Se lo merecía, por cabron.
-Vaya que si- contesto con una pequeña sonrisa.

La miro y ella a mí. Y sin quererlo las dos sonreímos. Tal vez no sea tan perra después de todo, digo, nos está ayudando.

-Y... ¿Tienen la esfera?
-Si- asiento.
-Sigo sin creer que hayan vencido a Anakin tan fácil. Ese hombre es más que peligroso.
-Yo pienso lo mismo, no puedo evitar pensar de que algo no cuadra aquí, siento que hay más, sólo que... No se que sea.

Aparto mi mirada, volviendo a ver el mar. Las olas son tan suaves y pequeñas que todo es tranquilidad y paz. Pero no puedo evitar imaginar como sería el desastre si las olas se enojaran y tomaran un rumbo agresivo y despiadado. Destrozarían todo a su paso en cuestión de segundos, cambiando esa paz y tranquilidad por una furia incontrolable.

-Tienen que irse.

Frunzo las cejas. Giro mi cabeza, Kesha está mirando a su izquierda. Sigo su mirada, puedo ver a tres hombres con traje mirando la playa completa y detrás de ellos está Anakin con un traje azul y lentes oscuros.

-¿No se supone que no pueden vernos?- pregunto anonadada.
-El hombre de la derecha, es un brujo. No se que tan poderoso sea, pero podría romper mi invisibilitatem y encontrarlos.
-Maldición.

Kesha me toma de la muñeca y corremos de nuevo a la casa. Kesha abre con brusquedad y se dirige rápidamente a guardar sus cosas en una bolsa. Christian y Richard están sentados en el sofá mirando televisión, cuando entramos nos miran curiosos.
Busco mi celular y marco.

-¿Si?
-Están aquí, tenemos que irnos.
-¿Pero como? Kesha...
-¡Regresa... Ya!

Cuelgo y me dirijo a acomodar nuestras pocas cosas, espero y no tarde, no quiero  morir hoy.

-¿Que pasa?- pregunta Christian.
-Anakin y sus mastodontes están aquí.
-¿Pero no se supone que...?
-¡No! Así que agarren sus cosas y vámonos.
-¿Y por que deberíamos de ir? Podemos entregarlos a Anakin y recibir una buena recompensa- protesta Richard poniéndose de pie.
-¿Acaso quieres que te rompa el cuello de nuevo?- amenazado acercándome a él.
-¿Quieres intentarlo princecita?- inquiere burlón.
-¡¿A quien mierda le dijiste princecita, pendejo?!

Estoy por golpearlo, y él a mí, pero de pronto soy detenida por un campo de invisibilidad y Richard arrojado a la pared con brusquedad. Miro a mi derecha. Kesha tiene una mano en mi dirección y la otra hacia donde fue arrojado Richard.

-Tina será una imbécil, pero no dejaré que muera nadie aquí, así que alejate de Tina, Richard.
-Eh, ¿gracias?

Ella me guiña un ojo y baja sus manos. No se si sentirme ofendida o agradecida. Creo que un poco de ambos. Richard se levanta furioso y corre con velocidad hasta Kesha, pero antes de que él o yo podamos hacer algo, Kesha alza su mano y el vampiro es levantado del suelo, Kesha aprieta su mano y Richard comienza a hacer arqueadas tomándose el cuello con las manos. Los ojos de la bruja ahora son azules, tan azules que podría decirse que brillan.

-Sólo vuelve a mover un músculo en mi contra imbécil, y juro que te corto en dos.
-Jo... de... te- casi murmura Richard.
-Este imbécil no nos ayudará a escapar- dice Kesha ahora mirándome.- en cualquier momento nos atacara y entregara a Anakin. Tenemos que matarlo.
-No permitiré que hagan eso.

Las dos giramos a ver a Christian que está al lado de Richard. Su mirada es fría y sus manos están cerradas en dos puños. Levanto la mandíbula, colocándome enfrente de él.

-No puedo creer la basura que eres. Prefieres ayudar a un vampiro sin honor que a tu propio hermano.
-No sabes lo que esa escoria me hizo.
-No, no lo sé. Pero no crees que ya estás muy grandecito como para seguir con rencores. Es tu hermano, mierda. Esa escoria que dices que es, es la única persona que estará contigo siempre, ¿por que crees que te busco?
-¿Y tu por que crees que eso me interesa?- inquiere cruzándose de brazos.

Aprieto mis puños a los lados. Los hombres y su estúpido orgullo elevado.

-Por que se que no serías tan mierda como lo aparentas siempre.

Christian sonríe de medio lado, inclinándose a mi, quedando tan cerca que puedo oler su aroma.

-¿Incluso después de la pequeña noche que te hice pasar?

Sonrió.
-Se que lo hiciste por celos.
-Eso crees, eh.
-Lo creo por el siempre hecho de que te atormenta saber que a tu hermano lo quieren y a ti no.

De repente su rostro burlón cambia, regalándome un rostro lleno de furia. Le sonrio de medio lado y me giro, caminando hacia Kesha.

-¿Tienes todo?
-Si- asiente.
-Bien, entonces...

Pero no acabo de terminar la frase. La puerta se abre bruscamente y los matones de Anakin entran de golpe. Kesha suelta a Richard de golpe, colocándose al lado mío, temblando. Anakin entra a la casa con una sonrisa de medio lado.

-Que gusto verte de nuevo Tina.

Trago saliva. Maldición.