Noche de Sangre.

Capítulo XIX

Tina.

Me suelto de su agarre y bufo. ¿Pues que se cree este?

-Tienes que calmarte Tina. Kesha puede ser peligrosa si lo desea- dice Tristán mirandome.
-Al igual que yo.

Lo miro. Tiene las cejas fruncidas. Pongo los ojos en blanco.

-¿Sabes donde está ese humano?

Él pasa su mano detrás de su pantalón y de su bolsillo trasero saca un pequeño papel. Me lo tiene.

-Kesha me dio esto después de...

Se calla cuando lo fulmino con la mirada. Traga saliva y vuelve a hablar.

-Bueno, lo que quiero decir es que allí vienen cuatro nombres. Me imagino que deben de ser los nombres de los guardianes.

Desdoblo el papel. Exactamente hay cuatro nombres en forma de lista.

Anakin
Duncan
Reyna y Renaldo.

Trago saliva. Esos malditos. Asiento un par de veces y guardo la nota en mi pantalón.

-¿Y?- pregunta Tristán.- ¿reconoces algún nombre?
-Ningúno.

Me giro y camino de vuelta al hotel, tal vez haya algún registro de hospedajé, o alguna otra pista que nos ayude a encontrar a ese humano.

-Se en donde está. La vi en las noticias en la mañana. Esta hospedado en el hotel JW Marriott, es un empresario.

Giro mi cabeza, y allí esta, al lado mío. Hace un movimiento de cabeza y lo sigo. Nos acercamos a la acera y paramos un taxi. Él me abre la puerta y yo pongo los ojos en blanco. La caballerosidad no es necesaria.

-Al hotel JW Marriott por favor.

El taxista asiente y conduce. Paso las manos por mi cabello, ahora estoy ansiosa. En serio que ya quiero llegar a Amsterdam, quiero mi venganza, quiero que paguen, que paguen por todo.

-¿Tenemos plan?

Miro a Tristán, quien está mirando al frente. No puedo creer en serio que lo haya besado, es un idiota descerebrado. Suspiro para mis adentros y miro al frente.

-Tenemos un plan- afirmo.

****

El auto se detiene en un edificio grande y lujoso. Hasta arriba puedo leer en letras elegantes: " Hotel 5strellas JW Marriott". Más ridículo no puede ser. Entramos y nos dirigimos directamente a la recepción.

-Con el señor Anakin, por favor- dice Tristán serio.

El recepcionista nos mira de arriba a bajo con el ceño fruncido. Tristán lleva pantalones negros, una camisa azul y sandalias, y creo que mi atuendo tampoco ayuda mucho. Sin dejar de fruncir las cejas marca un número.

-Señor, hay unos... Jóvenes que quieren verlo- nos mira.- ¿sus nombres?
-Tina y Tristán- dice él.

Él nos mira por un momento con las cejas fruncidas, parece querer reírse.

-¿Es un trabalenguas, un código?
-Parece que tengo cara de querer bromear- inquiere molesto Tristán.

El recepcionista pone los ojos en blanco y le dice nuestros nombres al hombre del teléfono. Pocos segundos nos vuelve a mirar y cuelga el teléfono.

-Planta doce, suite seiscientos tres.

Asentimos y tomamos el elevador hasta el último piso. No se que vendrá ahora, sólo espero y ese tal Anakin no se ponga pesado. Salimos del elevador y caminamos hasta el fondo. Una puerta doble de color carmín aparece frente a nosotros, con dos mastodontes escoltadola.