Relato nº39

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Quiero que seas mi diario; te contaré todo lo que haga todos los días, por si un día me da por escribir un libro. Para enseñárselo a nuestro hijos y leérselo, o guardármelo solo para él y para mí.
O quizá no. Quizá lo queme para que todo quede en el olvido y muera con nosotros, como debe de ser.
Porque nunca se sabe qué hacer con una historia de amor real: si cuidarla o simplemente dejarla marchar.

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