Relato nº38

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Y brillarás más y te harás más grande conforme te vaya queriendo. Todo el día, todos los días, y aquí estaré para ayudarte en lo que necesites, como me ayudaste tú a mí. Y cuando me veas; salúdame. Que quizá no compartamos la viceversa, pero encontrarás en mí a alguien que te quiere. No desperdicies los días como hice yo desde que te tengo aquí. Suerte que no me extrañarás como yo te extrañaré a ti.

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