Relato nº25

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Una vez tuve una amiga.

Una vez tuve una amiga. Tuve más, claro, pero aquella era especial porque era nueva en el colegio y tenía problemas para comunicarse. Saliendo al recreo, recuerdo que le pregunté si quería ser mi amiga. Recuerdo que éramos muy amigas, incluso si ella tenía aquellos problemas que yo ignoraba, y pasamos por muchas cosas, buenas y malas. Después de ese año, obviamente, continué con una lista de amigas y mejores amigas. No entiendo por qué aquella niña y yo no nos decíamos "mejores amigas", y yo me empeñaba en llamar a otra amiga así. Cuarto, quinto, sexto... Y en primero de ESO recuerdo que nos distanciamos porque no estábamos en la misma clase. Dejé de saber algo de ella durante un año y medio. Recuerdo que descubrí que teníamos gustos en común, demasiados, y volvimos a estar unidas, aunque mi mejor amiga era otra niña con la que también compartía algunos gustos. En tercero conseguimos resolver aquellos problemas. Aunque en realidad eso nunca importó porque aquella niña y yo teníamos una especie de conexión. Recuerdo cuanto nos reíamos de todo. Recuerdo cuando la invitaba a mis cumpleaños. Recuerdo las conversaciones estúpidas que teníamos en clase con los maestros en el instituto. Pasó tercero y fuimos a cuarto, donde las cosas tomaron otro rumbo. Mi mejor amiga fue sustituida por otra, pero mi amiga y yo continuábamos con nuestra infinita amistad. Y la verdad, me gustaría seguir narrando, pero no sé cómo continúa la historia. Quizás no la vuelva a ver el año que viene. Quizás sí. Quién sabe.

Supongo que como todas las historias de amistades, esta morirá conmigo, porque nadie sabra cómo fue la nuestra. A menos que alguien la recuerde.

Me gustaría. Me gustaría que alguien recordase que una vez tuve una amiga.













Porque esto es real.

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