Relato nº42

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Y quisiera tener la casa más tranquila del mundo solo para compartirla contigo y quitarle ese título. Mís días tranquilos y los más acompañados, los tristes y felices, los blancos y negros y los de colores. Porque tú le das el color a todo, y todo te necesita como te necesito yo. Y espero encontrarte en los lugares más bellos porque ningún otro te merece. Que nada te haga daño, que el mundo te quiera tanto como tú lo quieres a él.

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