-Hacía frío y se puso los guantes. Yo, observando desde la esquina que colindaba con la avenida de al lado, me quedé paralizado atendiendo a cada movimiento que hacía, embobado. Desconocía totalmente de quién se trataba aquella persona, pero fui consciente de que la miré como si la conociese de siempre, como si fuese magia. No había visto nada más bonito en mi vida, y creo que jamás lo veré. Entonces se marchó.
-¿Asegura así que no volvió a ver de nuevo a la víctima nunca más?
-Ojalá.
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Pequeños relatos perfectos
De TodoNo son de un solo tema, y ningún relato tiene nada que ver con otro. Son distintos relatos para variar, para leer algo diferente. No hacen ninguna referencia a mí, ninguna de las personas soy yo o espero ser yo. Solo son relatos. Si alguno os gusta...