Capítulo 22

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Narra Ema:

Me desperté y ya eran las 10:30. Me levanté y me fui al baño. Me lave la cara, los dientes y me peine. Luego bajé hacia el comedor para ver si había alguien en la casa.

_Se levantó la bella durmiente.-Dijo Patricio llegando a la casa.

_Buenos días, pensé que ya se habían ido al estudio.-Dije saludándolo.

_Si ya nos estamos llendo pero vine a buscar algo que me olvide y... Aca está.-Dijo sacando unos papeles de un mueble.

_Ahh, antes que te vayas. Te quería preguntar si puedo salir a caminar un rato sola, necesito despejarme un poco.-Le pregunté.

_Yo te dejaría, pero el tema es que tengo miedo que te pierdas, vos no conoces muy bien el barrio ¿Mira si cuando querés volver te perdes? Me muero de la culpa.-Dijo Pato.

_Ay morocho, no seas taan exagerado che.-Dije alargando las "a".

_No es exagerar, es ser realista. No te voy a hacer un discurso porque para eso ya está Cuty, pero no puedo dejar que vayas a un lugar que no conoces y encima con todos los peligros que hay.-Dijo Patricio.

_Ufa, pero quiero despejarme un poco y aca me voy a aburrir, no tengo nada para hacer.-Dije.

_Hagamos algo, Guido hoy no va a ir al estudio asi que le voy a decir que vaya con vos a caminar.

_Pero quiero estar sola, meditar y vos sabés que con el rubio no se puede.

_Te entiendo mejor que nadie, pero lamentablemente es así. O vas con Guido o directamente no vas, corta la bocha.

_Uff.-Suspire.-Esta bien.-Dije desanimada.

_Ahora le digo.-Respondió Patricio y subió a informarle al rubio sobre los planes.

Al cabo de 15 minutos, Patricio bajó corriendo las escaleras.

_Listo enana, ahora se levanta Guido y van. Nos vemos a la tarde, te quiero.-Dijo dándome un beso en la frente y se marchó.

Nunca había visto una parte tan tierna y protectora de Patricio, ni en mis más locos sueños me lo hubiera imaginado.
Desde que lo vi, siempre pensé que él era un tipo frío, sin sentimientos y que le chupaba un huevo todo, pero se ve que no es así.

Estaba tomando un café en la cocina, cuando Guido se hizo presente.

_Buenos días Ayelen.-Dijo dándome un beso en la cabeza.

¿Que tienen hoy todos con mi cabeza y mi frente loco?

_Buen día Armido.-Dije dando un sorbo a mi café.

_¿Como sabes mi segundo nombre?.-Preguntó sorprendido, sentándose en frente mio, junto con una taza de café y unas cuantas rodajas de naranjas.

_Tengo mis contactos.

_No te creo.-Dijo dando un sorbo a su café y luego mordiendo una rodaja de naranja.

_¿Guido vos siempre desayunas así?.-Le pregunté un poco asqueada.

_Si. ¿Por?.-Me preguntó con su boca llena.

_No se habla con la boca llena.-Lo rete.

No hay nada más asqueroso y mal educado para , que me hablen con la boca llena. Eso si que es asqueroso. Creí que nada lo superaba, pero al ver que Guido desayuna café con rodajas de naranja, me di cuenta que vivía equivocada.

_Perdón, pero se me hace muy asqueroso.-Dije.

_Eso porque no estas acostumbrada, no sabes lo que te perdes.-Me dijo él.

Cuando terminamos de desayunar, nos fuimos a cambiar para salir a caminar un poco. Antes de irnos, acomode mi habitación mientras que Guido la suya y después entre los dos ordenamos la cocina. Una vez que ya estábamos listos salimos.

_¿Ya arreglaste con tu chico para el sábado?.-Me preguntó el rubio una vez que ya habíamos salido de la casa.

_No es mi chico. Y si, si arreglé. El sábado a la tarde me encuentro con él.

_Bueno, ahora le digo a una amiga para que nos encontremos acá mientras vos hacés lo tuyo.

_No quiero que te la garches delante de todo el mundo.

_Tranquila, no soy tan pajero. Pero si da, se da. La vida hay que vivirla sin límites ni tapujos.

_Eso es cierto, pero tampoco hay que exagerar ese concepto.

_Quien sabe. Che, por aca cerca está la plaza, ¿Vamos?

_Dale.-Dije con una sonrisa en mi rostro.

_Che, ¿Por que ahora no andas camuflado? -Le pregunté a Guido.

_Porque acá todos me conocen de pies a cabeza y saben que soy un tipo común y corriente.-Dijo él, sincero.

_Ahh. ¿Como se llevan con sus fans?

_Re bien. Nuestras fans son lo mejor del mundo, siempre apoyándonos en todo. Hemos llegado a ganar premios gracias a que ellas se pasan semanas haciendo twitteadas masivas sólo para que ganemos. La verdad, son lo mejor. Además son muy tranquilas, no andan armando bardo sólo porque se les antoja.

_Que lindo. Espero que me acepten cuando se enteren que soy "Hermana de los Sardelli"

_Sii, seguro, de eso no hay dudas.

Llegamos a una plaza bastante amplia, estaba muy bien decorada. Todo era verde, bien cuidado y por sobre todo muy tranquilo. La verdad un muy buen lindo lugar para ir a despejarse.

_¡Que linda plaza che!.-Dije mirando para todos lados.

_Aguanta, ni que hubieras visto una plaza en tu vida chabona.-Dijo Guido entre risas.

_Vi plazas, pero nunca una tan amplia y bien cuidada como esta, chabon.-Dije.

_Si, yo siempre que era chico y quería despejarme me venía para aca. Me sentaba en el pasto a pensar o comenzaba a dar vueltas sobre la plaza, hasta que se me aclaren las ideas.

_Stop. ¿Dijiste que pensabas?

_Ja ja ja. Que graciosa.-Dijo sarcástico y me pegó en la cabeza.

_¡GUIDOO!.-Le grité.

_La enana se va a poner a iorar.-Dijo el rubio haciéndome burla y gestos con sus manos.

En ese momento lo saqué a correr por toda la plaza mientras le gritaba que era un rubio estúpido como todos los rubios. Corrimos hasta que nos cansamos y paramos porque ya no dábamos más.

En ese momento vi una imagen que me partió el alma.

Hermana De Los SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora