Capitulo 33: Susto.

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Jueves 07 de Julio de 2016

Narra Ayelen

Llegue del colegio temprano porque tuve un acto y al finalizar el mismo, dejaron que nos vayamos a nuestras casas.

Al llegar le mande mensaje a mi mamá diciendo que ya estaba en casa, como hago siempre y le informe que había salido temprano a causa del bendito acto.

Fui a cambiarme y luego a fijarme que había para comer. Como solo había salchichas, patys y esas cosas, decidí sólo tomar un jugo de naranja acompañado de una manzana. Sé que no es un almuerzo como la gente, pero un día que no almuerce bien, no pasa nada. Si total a la noche voy a comer de 10.

El timbre sonó e hizo que me sobresaltara.

Que raro, yo no espero a nadie y si mis papás esperaban a alguien me hubieran avisado.

No sabía que hacer, si ir a abrir o no. Al final opté por no hacer ningún tipo de ruido para que dejen de insistir.

Mis padres me enseñaron que si estoy sola en casa y no esperaba a nadie, no debo abrir la puerta, ya que no sabés con qué te podés encontrar con tan sólo hacerlo.
No pienso abrir la puerta, mira si es un viejo que se dedica a la trata de personas y me secuestra para después prostituirme. O peor aún, un viejo pedófilo que sólo quiere violarme, asesinarme y descuartizarme para luego tirarme en un descampado o al río. No pienso arriesgarme.
Y no estoy exagerando, últimamente están pasando estas cosas y más con laa chicas de mi edad. Pasa tan seguido que algunos ya se acostumbraron y lo toman como si fuera algo natural, cuándo en realidad deberíamos unirnos para acabar con esto.


Dejé mi lado Cuty por un momento, para pensar en algo. Estaba más cagada que Guido cuando ve una película de terror. Así que imaginen el miedo que tenía.

A pesar de que no emitía sonido alguno, el timbre no paraba de sonar. Al parecer eran más insistentes que Patricio cuando una mina le dice que NO. Ok, mejor dejo de comparar a mis hermanos con mis situaciones.

Bueno Ayelen, hasta acá llegaste. Deberías dejar una carta de despedida a tu familia. Deciles que los querías mucho, agradeceles por todo y recordales que los vas a extrañar y que nunca los vas a olvidar.

¿Pero que estoy diciendo? En este momento estoy exagerando muchísimo. Vamos Ayelen, sos fuerte ¿Desde cuando sos débil? Anda y fíjate quién es, puede ser una emergencia y quizás por eso insisten taanto.

Tal y cómo lo medité, me armé de coraje y fui hasta la puerta. Espíe por la rendija de ésta y no podía descifrar quién era, pero seguía tocando timbre.

Fui corriendo hasta la cocina a buscar la escoba para usarla como mi arma de defensa y volví a la puerta.

_1...2...y...3.-Cerré mis ojos, levanté la escoba con una mano y con la otra abrí la puerta.

Sin abrir mis ojos, movía la escoba para todos lados, pero no sentía ni escuchaba a nadie.

Lentamente abrí mis ojos, sin bajar mi escudo.

_Emm, ¿Hola?-Dijo Patricio.

_¿USTEDES ME QUIEREN MATAR DE UN INFARTO?-Les grité, sin dejar de mover mi arma.

_Tranquilaa, baja el arma y hablamos tranquilos.-Dijo Cuty, con su hipismo en modo On.

_Ah, si. Perdón.-Dije y bajé la escoba.

Los chicos me saludaron, pasaron y se sentaron en el sillón del living. Yo fui a dejar la escoba en su lugar y cuando volví noté algo rato en los 3, pero en especial en Cuty.

_¡CUTY! ¿QUE TE PASÓ?-Le grité con horror.

Hermana De Los SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora