Subí al auto de mi hermano y él subió después de meter la maleta en la parte de atrás.
-Dios, mirate -dijo sonriente-. Pero sigues con la misma cara de perro.
Reí a carcajadas recordando cuando nos molestábamos así.- Ya sé, tú sigues con el mismo culo plano.
Después de minutos de insultarnos llegamos a la casa de mis padres. Viajé porque hoy es la fiesta de mi madre por su cumpleaños.
Bajé del auto sonriente de ver a mis papás parados afuera de la casa esperándonos.
-¡Oh, hija! -chillo mamá abrazandome.
-Hola mami -dije sonriente-. ¡Felicidades! Sigues igual de hermosa.
-Eso digo de ti -dijo papá interrumpiendo-. Ya has de tener a alguien, ¿verdad?
Negué riendo por la cara de mis padres al verme.- Aún no encuentro a la persona correcta.
-Ya llegará, cariño -dijo mamá dando golpecitos en mi hombro.
Después de aquella incómoda confesión entramos a la casa donde estaba Clarissa, mi otra hermana, se encontraba en la cocina.
-Oh, mira que bonita te has puesto -dijo ella dándome un abrazo.
-Ya, pero si tu no te quedas atrás - entre risas-. ¿Y Víctor?
-Llegará en la noche, porque tenemos que darles una noticia grande -dijo y sonrió como si ocultará el más grande de los secretos.
-Así ha estado, no quiere decir nada -dice mamá susurrando cerca de mi oído.
Las tres reímos después de eso. Horas después de charlar subí a la habitación que me correspondía para poder ducharme.
Mientras me desvestía mi celular comenzó a sonar, lo tome esperanzada de que no fuera la novia loca que me había llamado antes de tomar el vuelo.
-¿Bueno? -dije.
-¡Maldita! -gritó la chica-. ¿Por qué no dijiste que viajarías?
Reí a carcajadas, había olvidado decirle a Mónica, mi mejor amiga.
-Lo siento -dije sincera-. Fue de última hora.
-¡Claro! -grita con sarcasmo-. Apuesto a que te escapaste con alguien.
-Hablas como si no me conocieras -dije aún riendo- Viajé aquí a mi pueblo, es el cumpleaños de mi mamá.
-Ya lo sé, tonta -dice como si fuera obvio-. Tu mamá es como mía también, ¿cómo olvidar su cumpleaños? Aparte de que sé que no dejas tu trabajo así como si nada.
Asentí sabiendo que ella no me veía y sabía que ella hace lo mismo.
-Me duchare, de todas formas me regreso pasado mañana -dije.
-Bueno, ve a lavar ese culito que tienes -dice riendo y cuelga.
Dejé el celular en la cama y me metí a mi merecida ducha de quince minutos. Cuando terminé salí envuelta en una toalla, me vestí y salí de la habitación.
Al bajar vi a toda mi familia ya reunida en la sala, ya había llegado Víctor que estaba sentado a lado de Clarissa tomando su mano, llevan ya sus años casados, gracias a ellos me decidí dedicarme a esto de organizar bodas.
-¡Madie! -gritó mamá.
...
Después de cantar las mañanitas para mi mamá, George, mi hermano, sacó una botella de vino, que la única que la negó fue Clarissa.
Clarissa y Víctor se levantaron dejando el pastel en la mesita de centro.
-Tenemos algo muy importante que decirles -dicen ambos claramente emocionados.
-¿Qué sucede? -preguntó mamá con desesperación.
-¡TENDREMOS UN BEBÉ! -gritaron haciendo que los demás quedáramos en shock, para después gritar y levantarnos a felicitarlos.
-En hora buena, ya era hora de hacerme tío -dice George.
Después de todos los abrazos y felicitaciones, junto con lágrimas sueltas, nos separamos de los hombres y nos fuimos las tres a charlar dejándolos hablando a ellos.
-¿Y tú para cuándo Madie? -pregunta mamá y Clarissa al unísono haciendo que escupiera mi trago de vino.
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Me Enamoré de la Novia
RomantikMadeline Blake. Una famosa organizadora de bodas. Una mujer que aunque se la vive de boda en boda, aún no conoce al príncipe que la lleve al altar. Quizá no lo ha encontrado porque simplemente no es un hombre a quien necesita en su vida. Jasmine...