Me Enamoré de la Novia

5.

Desperté temprano para que no me agarrarán las prisas, ya me había cambiado y acomodado todo lo que me debía de llevar.

-¿Ya despertaste? -susurra mamá.

-Si mamá -respondí.

-Bien, baja a desayunar -vuelve a susurra y se va.

En la noche ya me había despedido de Clarissa y Víctor, hoy me llevarían mis papás y George al aeropuerto. Bajé a desayunar mientras charlaba con mi papá acerca de mi vida en la ciudad ya que ellos preferirían que viviera aquí con ellos.

...

Ya estábamos en la sala de espera cuando anunciaron que ya era hora de abordar, me despedí de mis papás y de George, confieso que solté una que otra lágrima, no sabía cuándo volvería a verlos. Pueden pasar meses para que vuelva a viajar.

Subí al avión y me senté donde me correspondía, me tocó viajar a lado de una señora muy carismática que me hizo la plática aunque la verdad llegó un momento en el que me desespero, por suerte me dejó dormir un buen rato.

Al salir del aeropuerto llamé a mamá para decirle que había llegado bien, tomé un taxi que me llevó al edificio donde vivo. Después de acomodarme de nuevo, me duché y me preparé para ir a la oficina.

Tomé las llaves del auto, mi bolso y salí disparada porque ya era hora de ver a la novia loca.

...

-Oh, señorita Blake, yo le juro que no quería darle su número a la novia -decía la secretaria lamentándose.

-Bien, sabes que eso no está permitido, ya encontrarás trabajo en otro lugar, te vas con buenas recomendaciones -dije sin piedad-. Ahora retirate -ordené.

La mujer entre sollozos asintió y salió de la oficina cerrando la puerta.

Suspire, por fin sola, por fin en mi oficina, estaba contenta ya que éstos dos últimos días se me habían hecho eternos, de pronto comencé a oír gritos afuera de la oficina y se abrieron las puertas de golpe dejándome ver a una mujer muy peculiar:

Piel clara, cabello largo, castaño claro atado en una trenza de lado, llevaba poco maquillaje, ropa sofisticada y bonita.

-¡Usted! -gritó la chica señalándome-. Usted es a quien quería ver.

-¿En que puedo... -y recibí una bofetada de la chica.

Ella tapó su boca avergonzada y se acercó a mí intentando arreglar lo que había hecho. Tapé mi rostro, y la detuve con la mano libre que tenía, mi mejilla ardía.

-¿Jasmine Donson? -pregunté sin quitar la mano de mi cara y señalándola.

-Sí... -dijo la chica con nerviosismo.

-Tomé asiento -dije firme.

Escuché como sus zapatos se movían, quité con seguridad y altanería la mano de mi rostro que apuesto a que estaba hinchado, fui hasta donde estaba mi escritorio y me senté para por fin toparme con aquella novia loca.

-Lo sien... -dijo y la interrumpí.

-¿Quiere que organicé su boda? -pregunté.

Ella asintió y mostró una sonrisa nerviosa que hizo que igual sonriera, de alguna forma ambas comenzamos a reír por aquel primer encuentro con mi futura clienta.

-En verdad siento haberle pegado, pero usted se portó muy grosera conmigo, yo qué le hice para que me respondiera de ésa forma, pero ahora me arrepiento porque usted no querrá organizar mi boda y yo lloraré... -habló tan rápido que me perdí después de que se disculpará.