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Baje del auto con lentitud, mis piernas temblaban, no podía controlar el miedo que sentía en esos momentos.

Mamá y Clarissa miraban cada paso, cada movimiento que hacia, esto era demasiado para mi, es increíble que mi propia familia me intimide.

Quedé frente a ellas, subí un poco la mirada y vi que mamá lloraba y no sé si eso era bueno o pésimo. Clarissa sin en cambio se veía tan fría que no parecía la hermana que siempre he tenido.

—Hol... —dije antes de que mamá se lanzará a mi.

Me rodeo con sus brazos, ahora ella lloraba más fuerte y yo estaba a punto de romper en llanto, pero quería aguantar. O eso era lo que yo creía hasta qué ella habló:

—Te quiero tanto, debes disculparme, por favor.

Mis lágrimas comenzaron a salir sin control alguno y abracé más fuerte a mamá. No podía creer que ella se estuviera disculpando, al final no hubiera sido mala idea traer a Mónica.

Al separarnos mamá me miro y limpio mis lágrimas para después besar mi frente, acarició un mechón de mi cabello y sonrió.

—Hija, lamento mucho haberte juzgado mal —susurró—. Ahora sé que era esa chiquilla la que te buscaba. Tú eres normal.

Y las felicidad que sentía, en ese momento se esfumó. ¿Normal?

—No, mamá, yo en reali... —mamá me calló poniendo su dedo índice en mis labios.
—Ya sé todo.

En realidad ella no sabía nada.

   ...

Estaba sentada en una silla del comedor, Clarissa no se había dignado ni en saludarme. Karen estaba a lado de mi, pero no charlaba conmigo, estaba como ausente. Se notaba que estaba molesta.

—Karen —susurré.
—¿Si? —respondió ella aún sin mirarme.
—¿Te encuentras bien? —intenté mirarla a los ojos pero ella me evadía.
—No.

Dicho eso, se levanto y subió las escaleras, segundos después se escucho un portazo. Linda visita la que vine a hacer aquí.

George entró a la cocina y me miro no muy contento, intenté dedicarle una sonrisa pero el hizo caso omiso de ella. Fui a donde él estaba.

—Hola —dije sonriendo.
—Que tal —respondió demasiado cortante.
—Mm... ¿te encuentras bien?
—No, mamá y Karen discutieron.
—¿Qué? ¿por qué? ¿cuándo? —comencé a bombardearlo con preguntas.
—Mm... por ti, Karen no está de acuerdo con como te recibió mamá.

Mordí mi labio inferior un poco molesta por lo que hizo Karen, ella no tenía porqué meterse.

Deje a George en la cocina y subí las escaleras con el propósito de discutir con Karen, pero al cabo de segundos, capte todo.

Karen me defendió como hubiese querido defender a su hermana.

Fui hasta su habitación y entré sin siquiera haber llamado a la puerta, Karen estaba sentada a la orilla de la cama y tenía un papel en sus manos.

Me miro y yo corrí a ella para abrazarla. Karen correspondió al abrazo sin decir nada.

—Gracias, aunque fue algo muy torpe —susurré—. Pero de verdad, muchas gracias.
—¿Quién te dijo?
—George y está muy dolido.
—Oh... es que lo mande a la mierda por no defenderte —dijo con una risa nerviosa—. Tendré que hablar con él. Mira, ella es mi hermana —dijo extendiendo la fotografía.

Era una chica hermosa, era parecida a Karen, solo que con sus facciones más finas, los pómulos no estaban tan marcados, era muy linda.

—Vaya, está hermosa —dije sonriendo.
—Calmada, mi hermana estaba enamorada —dijo y comenzó a reír. Yo reí con ella.

Después de charlar un buen rato y tranquilizarla, dando a entender que no importaba lo que dijera mamá. Mis gustos eran claros y era hora de dar la cara a ello, necesito saber si ella me acepta como soy, o mejor me olvido de que tengo mamá y hermana.

Salí de la habitación y fui a la de mamá, llame un para de veces hasta que ella abrió, al verme apretó sus labios y me indico que me fuera a sentar.

—¿Qué sucede? —preguntó ella de una manera más dulce de lo usual.
—Mm... pasa que me entere que discutiste con Karen, la novia de George.
—Oh, eso; es algo sin importancia, me agradaba esa chica pero tendré que decirle a George que la deje —dijo mamá fingiendo arrepentimiento.
—¿Qué? —pregunté exaltada— ¿Por qué?
—Porque esa chica cree que puede venir aquí a decirme como tratarte, esta loca.

Mamá subió su tono de voz, sabía que si respondía, esto terminaría mal, ya que ambas tenemos comportamientos muy similares y el hecho de que ella responda, hará que yo continúe.

Pero si me callaba, sería aceptar la idea de que Karen y George tengan que separarse por mi culpa y no quiero ver sufrir a mi hermano y mucho menos a la chica que tanto me ha ayudado.

—No mamá —dije poniéndome de pie—. Aquí la única loca, eres tú.

Mamá abrió grandes sus ojos y se cruzó de brazos, estaba molesta.

—¿Qué dices? —preguntó con un tono demasiado frío.
—¡Qué tú eres la que está mal en todo esto! Con tu mente cerrada contaminando a quien se te cruza, mamá, amo a las mujeres. Bueno, sabes a lo que me refiero, y es algo natural, no me puedes obligar a sentir algo que no puedo evitar.

Mamá me miraba expectante, se limitaba a apretar sus labios.

—Estás mal, desgraciadamente educaste a Clarissa de una forma muy negativa porque la muy tonta, cree que tengo una enfermedad. Pero no, aquí las enfermas son ustedes y no soportaré que me trates como lo haces porque no soy inferior solo porque no tengo un puto hombre a mi lado, y si crees que después de esto volveré, estás muy equivocada. Deberías actualizarte y madurar, la homosexualidad no es malo, de hecho no deberías ni etiquetarlo como algo inusual porque no lo es, simplemente es amor.

Tome aire al terminar de hablar, mamá me miraba atónita, parecía que en cualquier momento gritaría o algo así, pero solo bajo la mirada, estaba por arrepentirme pero no era lo correcto.

Al ver que no habría respuesta de ella, decidí salir de la habitación y de esa porquería de casa.

Al abrir George, Karen, papá, Víctor y Clarissa se hicieron los incomprendidos caminando por todo el pasillo, sabía que habían escuchado todo.

Suspire y fui a la habitación donde había dejado mi maleta, guarde lo poco que había sacado y salí de ahí.

Al salir nadie me detuvo y no me importaba, ya tendré tiempo para hablar con todos ellos.

Tome un taxi y le pedí que me llevase a la playa que estaba a unos minutos de mi casa, necesitaba relajarme.

Me Enamoré de la NoviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora