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Ya había terminado lo que me quedaba de trabajo. Tome mi celular y comencé a escribir.

MAD.

¡Mónica! ¿Recuerdas a mi hermana Clarissa? Bueno, ella vendrá a la ciudad, llega hoy en la tarde. ¿Quieres acompañarme? Podemos ir a cenar después...
Enviado a las 5:00 pm.

Deje el celular en el escritorio y comencé a escribir en mi agenda, asuntos pendientes con la boda de la chica, Jasmine ya no me comento nada y yo no puedo insistir.

...

Estaba revisando los asuntos pendientes con mi última clienta. Solo era confirmar la forma del pastel.

-¿Segura que en forma de cama? -dije sorprendida.
-¡Si, claro que si! -decía la chica al otro lado del teléfono.
-Bueno, esta bien -dije y colgué sin más.

Abrí la bandeja de mensajes de mi celular y fui directamente a la conversación con Mónica, ella ya me había respondido.

MÓNICA.

¡Como olvidarla! Es adorable y según me dijiste, esta embarazada, ¿no? Eso no importa ahora, yo paso a las 7 por ti. Te quiero.
Enviado a las 5:40 pm.

Sonreí sin darme cuenta, su mensaje de cierta forma me había alegrado el día.

Mis pensamientos estaba en todo, menos en la oficina, comencé a recordar momentos lindos con ella.

Mire la hora y ya era tarde. Guarde todas mis cosas y cuando ya estaba por irme, sonó mi celular.

-¿Si? -dije.
-Muñeca, estoy afuera de tu oficina, ya casi llego, adiós -dijo el fortachón y colgó.

Bastaron unos minutos para que el entrara a la oficina con un ramo de rosas y con traje.

-Vaya, una persona arreglada, hace milagros -dije con sarcasmo.
-Si, así como un traje de baño -dice sonriendo-. Porque ese traje que llevas te hace ver más vieja, pero así me gustas.

Le mostré el dedo medio y después sonreí al ver su reacción de niño pequeño.

Él camino hacia donde estaba yo y quedo justo frente a mi. No me moví porque creí que no haría nada malo pero justo cuando creí que era un buen chico; ya había pegado sus labios a los míos.

Y mi desgracia fue más grande al ver a Mónica parada en la puerta de la oficina boquiabierta y con lágrimas resbalando por sus mejillas.

Empuje a el fortachón y de paso le escupí. Él me miro confundido.

-¿Qué te pasa? -dice limpiando sus labios-. ¿Qué haces?
-¡Tu que haces, idiota! -dije molesta.
-Pues somos novios, tu me besaste -dice molesto.
-¿Qué? -dije sorprendida-. ¿Por un beso? Dios, no puedes ser más imbécil.

Lo empuje y salí corriendo de la oficina, con suerte alcanzaba a Mónica en el estacionamiento. Baje lo más rápido que pude y si, estaba dentro de su auto, aún no arrancaba.

-¡Mónica! -dije abriendo la puerta-. Mónica, deja...
-¡Deja de joderme! -gritó y mordió su labio-. Ya no quiero saber nada de ti...

Abrí grandes los ojos y mis lágrimas salieron y yo no podía controlarlas.

-Mónica, dejame explicarte -dije.
-No, no quiero más excusas o mentiras -dijo entre sollozos.
-¡Es que no son excusas! -dije tomando su mano, ella en seguida la quito, apago el auto y bajo de el.

Yo salí del auto y corrí hacia ella, la abrace por la espalda y suplique que no se fuera.

-Por favor, dame una oportunidad -dije susurrando-. Por favor...

Ella volteo y tomo mis mejillas, ambas estábamos llenas de lágrimas, ella sonrió y yo le devolví la sonrisa. Nos acercamos hasta poder pegar nuestros labios en un cálido y dulce beso.

Estoy consiente de que me gusta mi mejor amiga.

N/A
¡Hasta aquí! Casi llegamos a los 2K y eso amerita a otro especial, pero será después. :B

Me Enamoré de la NoviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora