Al final ya habíamos ordenado todo y comenzaríamos a partir del Lunes.
- Dios, ¡qué hambre! -me queje sin pensar.
-¿No ha desayunado? -preguntó Jasmine, sorprendida.
Reí por su reacción infantil y negué.
-No, debo confesar que también se me hizo tarde y no pude comer algo; sólo me tomé un café.
-Rayos, pues yo ni eso, ¿le parece bien, acompañarme a desayunar? -sugirió y sonrió.
Me puse un tanto nerviosa, me iba a negar, no suelo hacer amigos mientras trabajo. Me levanté para pedirle que se retirará y fuese a desayunar pero ella no se levantó, sólo volteó a verme y no me quedó más que suspirar y aceptar su invitación. Asentí y ella aplaudió con emoción.
Confieso que me sorprende lo infantil que pude llegar a actuar.
...
La chica insistió en llevarme en su auto, juró que me traería de regreso a tiempo para seguir laborando.
Llegamos a una cafetería muy linda que nunca había notado que estaba allí, tomamos asiento y lo único que hice fue jugar con mis dedos como boba adolescente.
-Buenos días, señoritas -saludó el mesero entregándonos una carta de menú para cada quien-. ¿Qué pedirán?
-A mí traeme el desayuno especial -dijo Jasmine cerrando la carta.
-Bien-anotó en su pequeña libreta-, y ¿usted? -preguntó el mesero dirigiéndose a mí.
-Lo mismo -pedí dudosa. Pues no había puesto atención en el menú.
El mesero asintió y se fue dejándonos solas.
-Y bien... -dijo Jasmine después de varios segundos silenciosos-. ¿Estás casada?
-¿Qué? -reí nerviosa-. No, de hecho estoy muy lejos de eso.
-¿Qué? -preguntó confundida-. ¿Por?
-Por... -miré sus ojos curiosos mirándome- No sé por qué toda la gente se ha empeñado en saber ésa respuesta -dije con fastidio cruzándome de brazos.
-Pues porque es muy raro, te dedicas a organizar bodas.
-Sí, sé cual es mi trabajo -respondí obvia.
-Bueno y... ¿qué sueles hacer después de trabajar? -preguntó incómoda tratando de cambiar de tema.
Y me quedé muda. ¿Qué podía responder si no hago nada genial?
Al no saber qué responder, intenté buscar una salida aunque no sabía qué hacer. Y de pronto, algo se me ocurrió. Tomé el celular y frente a ella fingí que había sonado.-¿Bueno? -hablé evitando la mirada de Jasmine -. Ah sí, voy para allá -dije fingiendo sorpresa y colgué.
Jasmine me miró confundida.
-Ay lo siento, tengo que irme -dije buscando en mi billetera dinero para el taxi y para pagar mi desayuno que no he probado-. Me llamaron de... de... de la guardería de perros y ya tienen al mío.
-¿Qué? -preguntó algo divertida y confundida-. ¿Guardería de perros?
-Eh... sí -dije nerviosa-. Eso.
-Eso no existe -comenzó a reír-. Quizá te refieres a una veterinaria o algo así.
-Ahhh sí, eso, tengo que irme.
Me levanté de prisa y salí de allí dejando unos billetes sobre la mesa. Estaba afuera esperando que pasará algún taxi pero nada y entonces salió Jasmine deprisa buscándome con la mirada.
-¡Hey! -gritó al verm-. Puedo llevarte.
-No, no... -me negué nerviosa-. No es necesario.
Me di la espalda y busqué con urgencia un taxi pero ella me tomó del brazo haciendo que volteará a verla. De cerca era aún más bonita, cosa que me sorprendió. Ella me miró y sonrió.
-Vamos, te llevo por tu mascota -dijo sonriendo.
-Es que no es...
-Ya fueron por mi auto -me interrumpió-, sólo dime dónde es y te puedo llevar.
Paranoica me miré yendo a una guardería de perros y resultar que el perro no existe.
-Sabes qué -dije más nerviosa que antes-. Puedo ir después -Y me dispuse a volver a la cafetería.
-¿Qué? -rió divertida-. Tonterías, mira, ahí viene el auto, vamos.
¡Oh rayos! Ahora de dónde saco un perro, de dónde saco una guardería de perros donde según me conozcan. Rayos, rayos, rayos. Subí al auto y le indiqué a dónde ir; era una plaza donde adentro tienen una guarder... veterinario.
...
En todo el camino Jasmine me habló de lo mucho que ama los animales, tiene dos gatos y tres perros y dijo que tenía pensado adoptar uno más. Pero no ponía mucha atención, estaba nerviosa.
-Y dime... ¿qué raza es tu perro? -me preguntó curiosa mientras entrábamos al estacionamiento.
-Eh... -Comencé a mirar como loca a mi alrededor en busca de algún perro o algo, y justo ella llevaba de decoración un peluche de un perro gordo, grande y gracioso-. ¡Como el de tu peluche!
-¿Qué? -preguntó aún riendo y miró su peluche-. Ahhh un bulldog.
-Sí, ése...
Y cuando noté, ya estaba apagando su auto. ¡AHORA QUÉ!
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Me Enamoré de la Novia
RomanceMadeline Blake. Una famosa organizadora de bodas. Una mujer que aunque se la vive de boda en boda, aún no conoce al príncipe que la lleve al altar. Quizá no lo ha encontrado porque simplemente no es un hombre a quien necesita en su vida. Jasmine...