58

13.2K 939 240
                                    

Narra Madeline.

Golpeaba la espalda de Mónica y reía de mala gana. La torpe se había ahogado al escuchar sí tenemos planes de boda.

—Ya, ya. Con eso tienes una respuesta —respondí de mala gana.
—Oh... —respondió Karen.
—Espera —dijo Mónica tosiendo.

Ignore lo que quería decir y fui a donde estaban los perros jugando, me senté en el césped y comencé a jugar con ellos. Yo sí quería casarme.

Volteé a ver a donde estaba sentada minutos antes y estaba Mónica charlando con Karen, no sé de qué pero se veían muy misteriosas.

Las ignoré hasta que llegó mi hermano corriendo a donde estábamos, se veía muy contento aunque no sabía el porqué.

—¡Madie, Madie! —gritó acercándose a mi—. Mamá quiere hablar contigo.

Abrí grandes mis ojos al oír eso, tome el brazo de mi hermano y me levante rápido, él me miro muy emocionado pero yo sentía miedo. No quería que me humillara como ya lo había hecho.

—¿Hablar de qué? —pregunté.
—No sé, me dijo que quiere que vayamos todos a visitarla y celebrar su cumpleaños como era —dijo sonriendo—. Madie, mamá sí te quiere.
—¿Y cuándo sería eso? —preguntó Karen al ver que yo no reaccionaba.
—Éste fin de semana.

Era Jueves... y era justamente éste fin de semana, ¿llevaré a Mónica? ¿iré yo?

—Podemos irnos en el auto —dijo George.
—¿Qué? —pregunté asustada.
—Será divertido Mad —dijo George muy animado.

Mónica se acerco ya que ella solo escuchaba desde la mesa que estaba a unos metros de nosotros.

—Ya es hora de dar la cara, Madie —dijo Karen sonriendo—. Mónica debe ir.
—¡Claro! —dijo George interrumpiendo—. Mónica debe ir.
—Bien, bien... —dije nerviosa.

Aún no creía que iría a ver a mamá y tenía miedo de tener la oportunidad de arreglar las cosas y que por culpa de mi relación con Mónica, mamá vuelva a odiarme.

  ...

Lo que resto de la tarde, no me acerque mucho a Mónica, ella creería que es porque ella no quiere casarse conmigo pero también es por aquello de que mamá quiere verme.

Estaba hecha un lío de nuevo, no sabía que hacer y eso me frustraba. Amo a Mónica pero también amo a mamá y la amaré por sobre todas las cosas.

—Sí, será emocionante la ida en auto, jamás lo hemos hecho —dijo George claramente contento.
—No, y será genial porque vamos con ustedes —dice Karen.
—Sí, será divertido —agrega Mónica y me miro. Yo la ignoré.

Ya era tarde y Mónica parecía impaciente, como si tuviera otros planes, cada cinco minutos revisaba la hora. Parecía nerviosa.

—Ya vámonos —dijo Mónica.
—No quiero irme —dije.
—¿Qué? ¿por qué no?
—Porque no, quiero quedarme aquí.

Karen y George habían entrado a la casa para dejarnos hablar a solas.

—¿Qué sucede Madie? —preguntó Mónica demasiado confundida.
—Sólo no quiero irme, anda, ve a donde tengas que ir. Se ve que tienes otros planes.
—No, ¿qué planes? Madie, anda, vámonos —dijo Mónica en forma de suplica.
—Dije que no y sabes qué. Ya no quiero nada contigo, no quiero que mamá me odié de nuevo, además tú no te quieres casar conmigo y esto es patético. Vete Mónica.

Estaba molesta y no controlaba lo que decía con lo que pensaba, Mónica se veía tan mal, tan frustrada, contenía el llanto y solo negaba una y otra vez.

—Mónica, vete —volví a decir.

Mónica apretó sus labios y asintió, metió su mano a un bolsillo de su chaqueta y sacó de el un papel que me dio en seguida.

—Estos eran los putos planes que tenía para nosotras.

Dicho esto, se fue. Salió de la casa sin dar otra explicación. Abrí el papel que me había dado. Que decía así:

Te veo en nuestro lugar favorito. Te tengo una sorpresa.

Te amo.

Lo arrugue con molestia mientras mis lágrimas se resbalan por mis mejillas, soy tan mala, siempre término dañando a las personas que más me quieren.

Salió Karen unos segundos después de haber leído la nota, no tenía idea de que hacer ahora. Buscarla o dejar todo como ahora.

—¿Todo bien? —preguntó Karen y al verme apretó sus labios para sentarse a lado de mi.
—No, todo mal y cada vez peor.

Le conté lo que le había hecho a Mónica, lo basura que fui con ella, Karen se limitaba a asentir o negar según la situación.

—Y ya. Ahora no sé si hice bien o no.
—Claramente hiciste todo mal —dijo ella—. En mi opinión, lo mejor que puedes hacer es encontrar a alguien que te quiera por quien eres. Buen humor, mal humor, fea, linda, como sea. La persona indicada seguirá pensando que el mundo es hermoso gracias a ti. Y esa es la clase de persona a la que uno debe aferrarse. Madie, Mónica es esa persona. 

Asentí al darme cuenta lo imbécil que fui, Karen siempre tenía razón, joder, no sé que haría sin ella. No me puedo dar el lujo de perder a la persona que me ha aceptado desde siempre.

—Karen, gracias —dije y salí corriendo de su casa, a George no le dio ni tiempo de preguntar algo.

Tome el primer taxi que pasó y le indiqué a dónde tenía que llevarme.

Llegué al edificio y subí hasta el final, estaba agotada de tanto correr y cuando por fin llegué al mirador la vi.

N/A
Mañana si actualizaré. :D

Me Enamoré de la NoviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora