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Jasmine compró el vestido. Veníamos en el auto y teníamos un silencio incomodo, sentía su mirada fija en mi, estaba nerviosa y me sudaban las manos. Por dios, peor que una de quince años estoy.

-¿Te molesta? -dije encendiendo la radio.
-No, claro que no.

En eso estaba "Pour some sugar on me" de Deff Lepard. En seguida comencé a tararear la canción y a los pocos segundos ya la estaba cantando. Jasmine poco a poco comenzó a integrarse, entre risas y cantos llegamos al edificio.

...

Estábamos ambas en mi oficina, ella hojeaba los catálogos que tenia acerca de arreglos de boda, supuse que para esta vez si traería a su prometido, ella quedo de venir mañana a la misma hora para poder ver más detalladamente los arreglos. Yo asentí y me despedí de ella. Cuando ella estaba por cerrar la puerta de la oficina, volvió a entrar.

-¿Olvidaste algo? -dije.
-¿Me puedes dar tu dirección? -dijo de la nada -. Claro, para cosas de esto...
-Bueno, esta bien -dije nerviosa mientras anotaba mi dirección en un papel. Arranque la hoja y se la entregué, ella la tomó y estaba temblando como yo. Salió en seguida, casi corriendo.

Me deje caer en la silla del escritorio y suspire. ¿Habrá soñado lo mismo? ¿cómo llego a esto? ¿qué siento? Estas preguntas inundan mi mente, haciendo que no funcione para nada. Comenzó a sonar el celular y contesté sin mirar el numero.

-¿Sí? -dije.
-¡Por qué no has llamado! -dice mamá desde el otro lado del teléfono.
-Lo siento má, no he tenido tiempo -dije cansada.
-¿Ni para tu familia? -dice molesta -. Ayer vino Yael a cenar y ya me contó que no le hablas.
-¿Yaquién? -dije-. No sé de quien me hablas.
-No te hagas la tonta, hablo del chico que te hablo en la playa.
-Ahhhhh ese sujeto tan irritante -dije fastidiada.
-No es irritante, tu no le das la oportunidad de conocerte -dice mamá ya más tranquila.
-¿Por qué insistes en que le hable?
-Mira Madie -dijo y suspiró -. Tu y yo sabemos que no eres buena en eso de socializar pero ve, Clarissa ya me hará abuela.
-

¿Y? -dije interrumpiendo a mamá -. ¿Qué pasa si yo no quiero hijos? ¿O un hombre a mi lado? -intente calmarme-. Mamá, no insistas en eso, ¿ok? -dije y colgué.

Había quedado muy molesta por la llamada de mamá, estoy cansada de ser una solterona para mi familia. Solo tengo veintiocho años. Guarde mis cosas y salí de mi oficina, era hora de ir a casa, primero por Ruben.

...

Estaba estacionando el auto cuando vi como abría la puerta Mónica, apuesto a que escuchó el auto llegar.

-Hola -dije besando su mejilla.
-¿Cómo te fue? -dice y me miera guiñando un ojo.
-¿Cómo me fue de... ahhhh, eso -dije sentándome en el comedor.
-Si, eso -dijo imitando mi voz.
-¿Y Ruben? -dije notoriamente intentando cambiar de tema. Ruben salio corriendo de su habitación y fue hacía donde yo estaba, lo cargue y comencé a hacerle mimos.
-¡No me cambies de tema! -dice Mónica gritando.

Justo cuando pensé en responderle, comenzó a sonar mi celular, le pedí disculpas a Mónica, ya que era Jasmine y no podía no contestar.

-Hola Jasmine -dije.
-Hola, esperó no te moleste pero voy de camino a tu departamento -dijo y colgó.

¡¿Qué?! Volteé nerviosa y comencé a tomar todo lo que le había dejado de juguetes a Ruben, me despedí de Mónica y le jure que le contaría después que pasaba. Subí al auto y subí a Ruben. Acelere como loca.

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