II

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–Señorita Watson usted...

–Esmeralda, llámame Esmeralda no Watson. —Hablé en un tono frío, como odiaba ese maldito apellido.

–No me interrumpas y déjeme terminar Watson.

Le di un golpe a la mesa que nos separaba. –Que no me llame por mi apellido ¿es que usted no entiende o se hace el sordo?

–Mira señorita Esmeralda, mi tiempo es muy valioso como para perderlo con usted.

–Pues lárguese, no estás obligado a permanecer aquí.

–Lo haría, pero este es mi trabajo y es la segunda vez que te decimos que usted no puede vivir sola.

–Mire señor, escúchame lo que le diré, vivo sola desde los 6 años, y nadie se ha preocupado por mi en todos estos años, y es sumamente estúpido que ahora lo hagan. No necesito un maldito estorbo que me cuide, pero es curioso ¿sabes? Porque las veces anteriores al parecer la que estorbaba era yo ¿Entiendes? No necesito a nadie.  Así estoy mucho mejor.

–Mire Esmeralda tómelo de esta manera, en unos meses cumplirás los 18 años.  Ahí podrás vivir completamente sola.  Necesito que vengas con nosotros por este tiempo que te queda siendo menor, necesitamos que vivas con una familia en este tiempo.

–¿Usted esta mal de la cabeza? Yo no puedo vivir con ninguna familia. Este es mi hogar aquí yo me quedo... sola.

–Ya sé que este es tu hogar, pero no es muy apto para una menor viviendo sola. —Dice observando todo a su alrededor.

–Es mejor hogar que otros que he tenido, déjeme decirle. —Y lo era, aquí no tenía quien me abandonara. Vivo en un pequeño apartamento, lo tengo gracias a mi trabajo, ya que puedo pagarlo y el alquiler no es muy caro. Con 17 años tengo un pequeño trabajo, nadie me dice que hacer, nadie me da órdenes, ya que trabajo por mi propia cuenta.

–Señorita Wat... Esmeralda, sabemos que usted siempre ha vivido sola, que ha pasado por mucho, y que tienes un genio de mier... bastante fuerte, por no decir ya sabe que. Pero nosotros como personal de seguridad de menores, no podemos permitir que viva sola.  A menos, a que lleguemos a un acuerdo. 

–¿Si sabes que es lo más estúpido que han inventado? He vivido sola por mucho tiempo ¿Y ahora se preocupan por mi? No entiendo.

–Ya te dije que no sabíamos lo sucedido contigo... pero volvamos al tema del acuerdo ¿qué le parece?

Típico llegar a un acuerdo, que estupidez.

–¿Qué clase de acuerdo?

–Mire, sabemos que usted tiene un gran trabajo como investigadora, que sola usted lo ha creado y la felicito por eso, pero también sabemos que nunca ha pisado un instituto.

–¿Me hablas de esos colegios de maricas? —Comenté con una sonrisa burlona.

–No son de maricas, señorita, cuide su vocabulario que yo estudié en uno de esos.

–Claro, pero, ¿a qué acuerdo quiere llegar usted? Hable claro ya, mi tiempo es oro y tengo que trabajar.

–Mire, si acepta el acuerdo podrás vivir sola, si no, vendrás con una familia.

–¿No tienes otra palabra que no sea 'Mire'? Porque lo estoy mirando y no dejas de decirla.

–Tratas de cambiar de tema, pero no lo lograrás, créeme. Ya me han llamado la atención en mi trabajo por encubrirla en este mes, ya no puedo hacerlo más. —Me pongo más seria de lo normal, sabía que estaba jodida.

Esmeralda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora