Esmeralda.
El resto del día pasó rápido. A la hora de la salida me iba caminando. Aunque no quería caminar en la mañana ahora si quiero, quedaba un poco lejos, pero me daba igual, caminar en la tarde no se compara a caminar en la mañana. Para ser exactos, caminar a las 7:30 de la mañana es una tortura para mi, a diferencia de caminar a las tres de la tarde. Así que decidí caminar.
Salgo del instituto y me dirijo a mi apartamento. En el camino todavía cerca del instituto me encuentro con una plaza, bastante linda. Había una pareja a unos cuantos pasos de mi. Puede que esa pareja no la tenga que espiar. ¿Pero que puedo decir? Me gusta ver como actúan las personas de vez en cuando.Para que no se den cuenta que los observo me escondo detrás del tronco de un gran árbol. Cuando miro bien, me doy cuenta que es mi maestro de matemáticas, estaba con una mujer de unos más o menos de tu edad, tal vez sea su esposa. Quién sabe.
Que suerte que traje mi cámara.
Término de sacarles algunas fotos y salgo de ahí.
___
Esto de hacer tarea no es lo mío. Odio esto, pero tengo que hacerla.
Escucho sonar mi teléfono. Miro para ver de quien se trataba y me encuentro con el nombre de Richard.
Le contesto.–Hola, sólo llamaba para saber como te fue en tu primer día.
–Muy amable, pero si crees que es bueno encontrarme con un director amargado, y ni hablar de su secretaria, que es aún peor. Y tener que mentir sobre mi nombre con un chico que no me dejaba en paz. Pue... Ah no espera aún falta, y tener que aguantar a un chico que es súper dulce y caballeroso conmigo, pues creo que bien, y eso último lo dije en sarcasmo por si no lo entiendes. —Hablé muy rápido.
–Entiendo, mm ¿que te puedo decir? Entendí el sarcasmo. Pero tranquila Esmeralda, hay días peores, sólo son unos meses más. Ahora si podrás decir que fuiste a un instituto.
–Pues espero de todo corazón que pasen rápido. —A quién le importa si voy a un instituto o no, ya tengo un trabajo.
–Bueno, me tengo que ir. Mañana te llevaré al instituto. En lo que conseguimos un auto para ti. —Y con eso último cortó la llamada.
¿Escuché bien? Acaso dijo ¿'Un auto para ti'? No lo puedo creer, ya quiero tener mi propio auto. Sé manejar, aunque nunca e tenido un auto, pero cuando tenía 15 años me compré una moto, aunque manejar una moto y un auto no es lo mismo, la moto no me duró mucho ya que la tuve que vender paga poder alquilar el apartamento que ahora llamo hogar.
Miro la hora y son las 6:12 pm, enciendo el móvil y llamo a la señora Ruiz, creo que ya es hora de enseñarle las fotos de su esposo.
___
Me encontraba en un pequeño parque cerca de mi apartamento. La señora Ruiz se acaba de ir. Se veía muy dolida. Es difícil llevar 19 años casados, y enterarte que tu esposo te es infiel sabrá dios desde cuando. Recojo mis cosas y me dirijo a casa. Cuando estoy saliendo del pequeño parque me tropiezo con algo o más bien con alguien.
–Lo siento. —Escucho una voz ronca, creo que la e oído antes. Alzo la vista y me encuentro con esos ojos grises.
–¿Tu? —Dijimos ambos a la misma vez.
Uh pura casualidad.
–¿Qué haces aquí? —Fue lo único que se me ocurrió decir.
–¿No puedo estar aquí? —Me pregunta, pero no le hice mucho caso ya que me doy cuenta, que es bastante guapo. Muy guapo. Llevaba una camiseta blanca, y luego de esa camiseta tenía un abrigo o suéter color ladrillo, luego una chaqueta de mahón. ¿No tendrá calor? Pero eso le queda bastante bien. Olía bastante bien, tenía su pelo desordenado. Sus tatuajes en su cuello y manos, eran muy visibles.
–¿Disfrutando de la vista? —Alza una ceja, maldigo por yo no saber hacer eso.
–¿Te digo la verdad? —Trato de hacer lo mismo que él con la ceja; pero por su cara estoy segura que no me salió.
–Seguro. Tus muecas con tus cejas como que no te salen. —Comenta riendo y alzando la otra ceja.
Ush maldito.
—¿Acaso te pregunté? Yo creo que no.
–Como digas. —Dice riendo. No sabía que decir y él lo notó. Así que volvió hablar. –Pero, dime, ¿disfrutando de la vista? Eh.
–La verdad si, si estaba disfrutando de la vista, pero ¿sabes algo? luego la cagas al abrir la boca y no es porque tengas mal olor, si no, por las estupideces que dices. –Y con eso seguí mi camino, pero me tomó del hombro y me dio la vuelta quedando frente a mi.
PERO.
–¿Siempre eres así? –Fue lo único que preguntó.
–¿Así como?
–Pues así, digo... no lo sé, si hubiera sido otra chica, ya me hubieras preguntado mi nombre. —Dijo en tono serio.
–No me interesa saber tu nombre ¿por qué me interesaría? —Le pregunto. Tarda unos cuantos segundo en responder, solo me mira con una expresión que no entiendo.
–Por nada. —Suelta mi muñeca, la cual no me había dado cuenta que estaba aguantada por la de él.
–De hecho, solo para que sepas; yo no soy cualquier chica. —Le digo antes de que me diera la espalda. Me observa a los ojos.
Oh Dios, esos ojos grises.
Siento un cosquilleo en mi nuca cuando veo que no aparta la mirada. Pero lo hace luego de varios segundos.
–Ya me di cuenta, Esmeralda o ¿debo decir Caca? —Luego de contestar eso y reír el que se marchó fue él.
¿Cómo? Me acaba de llamar Caca. ¿Cómo sabe él eso? Creo que es la primera vez Ake siento vergüenza de algo.
Me arrepiento de haberle dicho eso a Matt.
Creo que estaba colorada, cosa que nunca me había sucedido, pero él ya estaba de espaldas a mi.
Oh Dios, su espalda, es tan.... me giré rápido para que no me atrapara mirándolo, ya que parece que sintió mi mirada y se giró, escuché su risa, y cruzó la carretera.
¿Por qué es tan... idiota?Esto es extraño, vi todos mis deseos en una sola persona.
Vi todos mis deseos en ese chico, que lo conocí hoy, por primera vez.
Ese chico que todavía no sé su nombre.
Ese chico que no sé porque, pero siento que lo conozco de hace años.
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Esmeralda
Teen FictionElla, una persona completamente antisocial, una persona que no confiaba ni en su propia sombra. Tenía motivos para no ayudarlo a él... ¿Él? Un misterio más. Pero... ¿Por él? ¿ella cambiará su forma de ser? ¿Ella?.... ESMERALDA.