XIV

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La vida nunca es como uno la espera o planea. Jamás. No es algo que pintas de color rosa y ya está, a veces hay que jugar con los colores y mezclarlos para que funcionen juntos. Eso intento hacer hoy con Isaac, tratar de mezclarme con él para hacer un buen trabajo.

–Ya llegué.

–Al fin.

Me encontraba en "Internet Coffe" una cafetería con internet.

El nombre ya lo dice tarada.

Pero... ugh.

Llevaba 15 minutos esperando a Isaac; para el bendito trabajo.

–Mucho tráfico, porque yo si tengo auto.

–Michi trífici, para la próxima se puntual. —Ignoré su comentario, pero tampoco me salía tratarlo bien o ser la persona madura que era.

–Piri li príximi si pintiil. —Me contestó, lo miré mal.

–No jodas, empecemos esta mierda.

–Como quieras.

___

–No lo entiendo. —Hablé.

–¿No lo entiendes?

–Eso dije.

–Pero si está fácil. —Contestó Isaac.

–A ver, ilumíname.

–Bueno... pues esto es así, solo buscamos esa información que nos pide, y contestamos las preguntas. —Contestó muy seguro de lo que decía.

Lo miro con cara seria.

–¿Qué? Dijiste que te explicara, pues ya lo hice.

–Ya sé, idiota, pero eso si lo entiendo. O sea, me refiero a las preguntas, están un poco difícil de entender.

–Ah sí, eso, yo tampoco lo entiendo.

No dije nada porque estaba segura que mi cara lo decía todo. Llevamos más de una hora en la cafetería. Y aún no acabamos el trabajo. Nos falta más de la mitad.

–¿Qué tal si lo terminamos otro día? apenas falta una semana para entregarlo. —Le pregunté.

–¿Y volver a ver tu cara? No gracias, vamos a terminarlo hoy.

–Ugh, es que no te soporto, me quiero ir, ya no quiero estar aquí, aparte no lo entendemos bien y tengo cosas que hacer.

–Está bien, está bien. Ya no llores. Lo terminamos otro día. —Habló.

–No estoy llorando, imbécil. —Recojo mis cosas y salgo de la cafetería.

Ya afuera recibo una llamada de un numero extraño, contesto.

–¿Quién habla? —Digo.

–Esmeralda hola, habla Rocío, perdón por llamarte así de la nada, pero quería saber si aceptas ir por un café hoy en la noche.

–Oh, hola, pues tal vez si, o si, si iré, tu dime la hora y donde y allí estaré. —No estaba muy segura de eso, pero creo que serviría para distraerme un poco.  De hecho nunca he salido así, a menos que sea de trabajo.

Entro a mi habitación ya bañada, saco la ropa que me pondré, elijo una camiseta de color vino sin ningún estampado, con una chaqueta de cuero color negro, me coloco los jeans rasgados y unos tenis del mismo color de la camiseta, dejo mi pelo suelto como siempre. Ya lista salgo del apartamento, Rocío me dijo a las 7:00pm y ya son las 7:10pm, como siempre tarde, pero me vale, que espere por mi.

Esmeralda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora