Esmeralda

XVII

Narra Isaac

–¿Y qué harán este finde? —Escucho la voz de Matt.  Nos encontrábamos en los pasillos; para ser exactos, frente a mi taquilla.  Pongo atención en la conversación; últimamente no lo hago mucho.

–Yo estar con mi novia, sus papás estarán fuera visitando a un familiar.  —Contesta Liam mirando su teléfono y riendo.  Desde que está con Rocío se la pasa así, me la pela.

–Ya la cagaste, iba a decir que tenemos que ir a la fiesta de la playa, siempre vamos juntos, a ligar, a beber ¿es que ya no lo recuerdan? Éramos nosotros tres y nadie más, que tiempo. —Dijo Matt poniendo cara triste.  Reí por eso. —¿Que dices Isaac ¿vamos?

Solo asentí, tenía que salir para no seguir pensando en ciertas personas.

–Si es cierto, como no puedo ligar por ser fiel a mi novia, pues le diré que venga conmigo. —Dijo este sonriendo.  A la verdad Ake el amor cambió a Liam.  Recuerdo todas las veces que salíamos a beber y a ligar, ya no lo hacemos por su culpa, al menos juntos.

–Aburridooooo, verga tengo clase, adiós.

–Yo igual, hablamos luego y nos ponemos de acuerdo, le diré a Rocío.

Y ahí fue cuando me quedé solo en los pasillos.  Ya que los cigarros que tenía en mi chaqueta se acabaron, saco uno de mi taquilla para fumarlo afuera, siempre tengo algunos extras el la taquilla por si se acaban. 
En eso veo a Esmeralda discutiendo con un chico, como no, ella solo discute con las personas.  Como ella aún no me ve me acerco un poco y me recuesto de una de las taquillas, escucho todo lo que dicen, y sonrío por las cosas que dice ella, veo que el chico la termina mirando mal y esta entra al baño de chicas.  Me he dado cuenta que ya varios chicos le hablan y ella no les hace caso, y eso me agrada un poco. Espero a que salga.

–Que mal tratas a las personas, de verdad. —Es lo primero que se me ocurre decir cuando la veo salir.

–No es de tu incumbencia. —Deja de caminar y me observa.  Ella no se da cuenta, pero su frente se arruga cuando se enoja.

–Claroo, pobres chicos. —Me llegó a la mente cuando la vi en el parque. –Pero aún me debes una contestación.

–No te debo nada, adiós. —Esta chica me saca de mis casillas, antes de que se fuera la tome del brazo y la acerco a mí, es muy bajita así que bajo la cabeza para estar casi a su altura.  Su olor dulce inunda mis fosas nasales. Huele bastante bien.

–Suéltame. —Responde, y noto que está nerviosa.

–¿Qué pasa si no quiero? Esmeraldita. —Le digo con una sonrisa bastante arrogante, sé que le enoja que sonría así.

–¿Sabes? Jó-de-te.  Y suéltame ahora. —Intenta zafarse de mi agarre, pero no puede, trato de no hacerle daño.

–Contesta la pregunta de ayer, ¿quién era esa persona? —Pregunto mirándola directamente a los ojos, que no me contestara la pregunta me hacía enojar, y mucho.

Se acercó bastante a mí, más de lo que ya estábamos. –¿De verdad quieres saber?

–Claro. —Joder ¿enserio estoy nervioso? Nunca me había puesto así, y menos con una chica.

Esta sonríe. –Pues... —no terminó de hablar ya que rozó sus labios con los míos, joder.  Estoy seguro que lo está haciendo a propósito.
–Averígualo tú mismo, tal vez sea alguien a quien me follo, y tú haciendo show por esto.  Patético.

Termina de hablar y se separa de mí, me sonríe y sigue caminando por el pasillo.

¿Qué se folla? No le creo nada.

Maldita seas Esmeralda.

–Esto me las pagarás, Watson.

Es lo único que digo, realmente me quedé inmóvil, observo como camina, y mi mirada baja un poco.  Veo que se gira y rápido subo la mirada, me saca el dedo del medio.  Suena el timbre y todos los alumnos salen de sus aulas. Y yo en vez de ir a clase salgo para poder fumarme el cigarro.

Es muy difícil ver a Esmeralda como aquella pequeña niña con la cual jugaba, la que le había cogido mucho cariño e iba a ser "mi hermana".
Pero es más difícil no verla como mujer. Joder está muy buena, y es hermosa, aunque la odie, y a veces me saque de mis casillas, claro que jamás lo diré en voz alta.  Y ella nunca se tiene que enterar.  Pero de alguna u otra manera haré que me ayude con mi madre.  De eso estoy seguro.  La tengo que convencer; como me llamo Isaac E. Miller.

***
¿Les gusta que ambos narren?