XXIV

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Narra Esmeralda

Maldición. ¿Cómo es que Isaac está aquí? junto frente a mí, con una expresión de rabia y confusión.

–Vuelvo y repito Esmeralda, ¿qué mierda estás buscando? —Me pregunta con la cara justo frente a la mía.
Yo solo miraba sus ojos, en shock y pensando que decirle.

–Nada, no busco nada. —Digo de repente, dejándolo mas confundido.

–¿Nada? ¿Acaso crees que soy estúpido? —Agarra mi muñeca con fuerza.

–No sé si lo eres, pero es tu problema si no me crees. —Quito su agarre de mala gana, tampoco era para que me tratara así ¿verdad?

–Es obvio que no te creo, ¿cómo sabías donde vivo? No no, una pregunta mucho mejor ¿porque nos reuniste para comer y estás justo aquí en mi apartamento? Mentiste en la recepción, ¿mi novia Katia, en serio? Dime de una puta vez qué haces aquí y que buscas Esmeralda.

Creo que dejé de respirar por un momento.  Por primera vez en mi vida no sabía que responder, siempre tenía algo en mente para decir, pero esta vez no fue así.  Tenía la mente en blanco.  No sabía que responderle.  Solo miraba directamente a sus grandes ojos grisáceos sin parpadear, no sabía que podía aguantar tanto tiempo así.

–Lo siento vale, no te puedo decir, ya me tengo que ir. —Hablé sin pensar, me levanto de la cama, pero él me detiene, y caigo sentada otra vez.

–No te puedes ir así.

–Sí que puedo.

–¿Sabes qué pasaría si yo llamo a la policía en estos momentos?                  —Maldición.

–No lo harías.

–Sabes que lo haría chiquita. —Me guiña un ojo.  Frunzo el ceño, recuerdo que él me decía así cuando pequeña.

–¿Chiquita?

–Así te decía de pequeña, ¿lo recuerdas? —Me dice serio, yo solo asiento. –Esmeralda, solo dime la verdad, y te puedes ir ¿qué buscabas, que quieres de mí? —Me dice más tranquilo sentándose en la cama, quedando a mi lado.

La tensión que sentía en mis hombros no era normal.  Hacía tanto tiempo que no me sentía así.  No sabía qué hacer.
¿Y si le digo la verdad? ¿Y si lo ayudo con su madre y luego me alejo de ellos? Creo que sería lo mejor.  Espero no arrepentirme luego de esta decisión.

–Escucha Isaac, no es fácil de explicar, pero te diré la verdad, ya será tu decisión si creerme o no. —Lo miro y en un segundo aparto la mirada, mirando hacia al frente.

–Te escucho. —Sentía su mirada en mí y eso me ponía más nerviosa.

–Como ya sabes personas me mandan a investigar a otras, bueno ese es mi trabajo, gracias a eso he sobrevivido todo este tiempo. —Veo que hace una mueca, pero sigo hablando.

–¿Recuerdas al hombre con el que estaba en el parque, que tú no dejabas de preguntarme por él? —el asiente. –Pues yo no lo conozco de nada realmente, él solo me contrató para investigar a alguien. —El me mira en silencio, pongo mis ojos en los suyos y hablo. –Para investigarte a ti Isaac.

–¿Qué? ¿A mí? —Noto como debajo de todos sus tatuajes sus brazos se tensan.

–Sí, todo fue después de que... supiera... que tú eras Isaac, ya sabes... después de que Matt, Liam y tú fueran a mi apartamento.  Yo no entendía porque él quería que te investigara a ti, pero acepté igualmente, necesitaba el dinero, bueno necesito y también podía investigar un poco sobre tu madre.  Estoy segura que tiene relación alguna.  Así que investigué dónde vivías, para poder buscar algo, que me ayudara a investigarte.

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