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No es que quiera decirlo, pero lo tengo que decir, me gusta como dibujo, y parece que a los demás también, aunque eso no me interesa en lo absoluto.

–Esta hermoso, Esmeralda ¿Por qué elegiste pintar con colores oscuros? Una buena elección. —Preguntó y comentó.

Alzo la mirada para poder observarla bien.  —No siempre las cosas tienen que ser de colores vivos.  —Fue lo único que comenté.

–Me encanta.  Tienes un 10, si sigues así de seguro pasarás la clase con una buena calificación.  —Comenta ella emocionada y por su comentario obtuve malas miradas.

–Bien. —No estoy acostumbrada a decir gracias o cosas así.

Las clases de la mañana pasaron rápido. Ya era la hora del almuerzo. Fui la primera en salir del aula, y no por querer almorzar, si no porque ya no quería seguir allí, y sentir la mirada penetrante de aquel chico.  No sé si le caía mal o algo, pero se comportaba bastante extraño.

Caminaba por el largo pasillo blanco, buscando la cafetería, la cual no sabia donde quedaba.  Sentí una mano en mi hombre, me giré rápidamente y me encontré al chico de pelo negro de la mañana ¿Cómo era que se llamaba? ¿Matt? Creo que si.

–Hola, otra vez.

–¿Qué quieres?  —Respondí sin ánimos.

–¿Por qué crees que quiero algo? —Podría decir que el chico es lindo. Pero eso no me interesa en estos momentos, era muy insistente.
Giré mis talones y seguí caminando, ignorando su pregunta.

–Hey, espera, si vas para la cafetería está a la otra dirección.

–¿Por qué siempre sabes para dónde voy? —Eso me molestaba.

–No sé, solo lo supongo, también fui nuevo alguna vez.

Lo miré mal. Y me fue para la dirección que Matt me dio.  Es raro llamarlo por su nombre, como si lo conociera.

–Te acompaño. —Lo que me faltaba.

–No gracias, no quiero un guarda espaldas. —Volví y lo miré mal, ya se me hacía costumbre.

–Okey, pero sólo si me dices tu nombre. —Seguía al lado mío caminando ¿este chico no tiene orgullo?

Solo un nombre y se irá.  Okey.

–Caca, así me llamo. —Dejé de caminar y lo miré. Estaba sorprendido.

–¿Caca? —Preguntó con asco y riéndose.  –Nadie se puede llamar así, solo ya sabes qué.

–Sí, así me llamo, y cambia esa cara. Ahora ya te dije mi nombre, ya lárgate, y déjame en paz. —Seguí caminado. Cuando pasé por su lado, miré su cara de horror.  Llegué a la cafetería; era bastante grande, con muchas mesas redondas para muchas personas, estaba bastante llena. 

Sentía algunas miradas en mi, pero que puedo decir, soy la chica nueva y según entendí, hace mucho no entraba alguien nuevo.


Narra el chico de los ojos grises

Estaba sentado en una de las tantas mesas de la cafetería con uno de mis mejores amigos, vi pasar a la chica nueva. Esmeralda. La que no dejé de mirar en toda la mañana.  Me sentía extraño.  Que estuviera aquí cambiaría las cosas.

–Hey, ¿me estas escuchando?  —Me acabo de dar cuenta que Liam me estaba hablando.

–Eh, ¿qué?

–¿A quién mirabas? —Preguntó mirando a la dirección que yo miraba hace rato.

–A nadie ¿Qué me decías?

–Nada, ya olvídalo. —Dice muy dramático.

Le iba a responder a eso, pero en eso llega otro de mis mejores amigos con una cara de horror.

–¿Y a ti que mosca te picó? -Preguntó Liam.

–¿Sabían que hay una chica nueva?—Me tensé al escuchar eso.  Sabía que Matt era un puto, que jugaba con las chicas.  No puedo decir que yo sea un santo, pero con las chicas que yo me acuesto soy muy claro. "Sólo sexo".  En cambio, él no, al contrario, juega con ellas.  Y no creo que Esmeralda sea la excepción, a menos que yo no lo permita.

–Ya lo sabemos. —Dije en tono frío.

–Ey, ey, no digas "ya lo sabemos" porque yo no lo sabía.  Siempre soy el último en enterarme de las cosas.  Pero dime, ¿Está buena?.

–Ey, tu tienes novia. —Le dije.  Era el único de los tres que tenía novia.  La cual también era amiga nuestra.

–Ja, ¿Como si no lo supiera?

–Olvídense, olvidense. —Salió Matt, alterado.

–¿Y a ti que cojones te pasa? —Le pregunto.

–La chica esta súper buena, pero tiene un problema, grande.

–Matt, si es que tiene novio.  Eso no importa, porque tu más que nadie sabes que te has metido con chicas así, pero si prefieres a las chicas, bro, lo siento por ti, porque no hay más remedio.

–¿Ya pueden callarse de un puta vez? —Me cabreaba escuchar como hablaban de ella.

–No, eso no es, pendejo. —Le contestó Matt, a Liam. –Su nombre es horrible.  Da asco, la verdad.

No estaba entendido nada.  Esmeralda es un nombre bonito, digo no está feo.

–¿Cómo ? No te estoy entendiendo.

–Caca, lo pueden creer, o sea, joder se llama Caca.  —Decía Matt. –Imagínate teniendo sexo y gemir su nombre POR DIOS QUE ASCO.  Caa-caaahhh. Es como si yo me llamara Orín.  Deja eso.

–Joder Matt, ya cálmate, ¿si? Me tienes hasta los cojones. ¿De dónde sacaste eso? —Le digo cabreado mientras miro a Liam que me pega a la mesa haciendo mucho ruido muerto de la risa.

–Ella misma me lo dijo.

–Eres tan tarado, no se llama Caca, nadie en esta vida se llama así, te tomó el pelo. —Esta vez habló Liam ya más calmado y mirando su teléfono.

–Pues si ella misma me l...

–Ya cállate, se llama Esmeralda, toma las clases conmigo.  Y una cosa si te digo Matt, con ella no.

Liam soltó su teléfono, y se me quedó mirando igual que Matt, podría decir asombrado.  Nunca habíamos peleado por una chica, pero esta vez no quería que Matt hiciera de las de él.

–¿De qué hablas?

–Tú sabes de que hablo, Matt.  Con ella no se juega.  —Y con eso me me levanté y me fui.

La verdad no sé por qué reaccionaba así.  A lo mejor ella ya se olvidó de mi, y no me recuerda.  Quién sabe.

***
¿Que esconderá el chico misterioso?
Ya me cae bien Liam, a ustedes ¿no?
Voten y comenten💋

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