Nota al final ¡importante!
***
Su expresión cambia completamente, pero no dice nada. Se aparta y toma asiento mientras bebe su cerveza. Veo que dirige su mano a la pequeña mesa que se encontraba a su lado y toma algo, colocándolo entre medio de sus labios, noto que es un cigarro, pero no cualquier cigarro. No era estúpida, sabía perfectamente que era marihuana. Sabía que fumaba, pero no esa porquería. ¿Desde cuándo lo hace?
–¿Qué haces? —Pregunto de mala gana.
–Fumo ¿qué no me ves? —Desde que había llegado me hablaba con el mismo tono. Con arrogancia, sin ninguna emoción.
–¿Qué mierda pasa contigo Miller? —Me acerco a él y le quito el cigarro de sus labios. Mala idea, no había pensado en las consecuencias de eso. Deja su cerveza en el suelo y se levanta, quedando junto a mi, muy muy cerca, Raquel lo había dejado con las ganas por mi culpa, y fue en ese momento que lo pude notar o más bien, sentir. Respiro hondo.
–¿Qué carajos te pasa? Devuélveme eso. —Se encontraba furioso, se notaba, pero hablaba más bajo, ya que estaba frente a mi. Sus músculos se tensaban con cada palabra que pronunciaba. Niego lentamente, mientras doy un paso para atrás y alejarme un poco, pero él no lo permite, y me toma de la muñeca. –Dame eso.
–No hasta que hablemos.
–Pues habla de una puta vez, y lárgate. —Frunzo el ceño, realmente algo había pasado. Pero me hartaba la forma en la que me estaba hablando.
–Estás siendo un puto egoísta con tus amigos, están preocupados por ti, y tú cómo si nada estuviera pasando, drogándote y follándote a cuanta Barbie barata se te acerca, ¿que mierda te pasa Isaac? —Logré soltarme de su agarre, y me aparté. Mi paciencia era muy corta, y se fue a la mierda cuando se rió a carcajadas por todo lo que le dije.
–¿Entonces que yo soy el egoísta aquí? Escucha Watson, no tienes ni puta idea de lo que estás diciendo, así que cierra tu jodido hocico y lárgate a joder a otra persona.
–Yo no soy tus putas amiguitas, así que no me hables con ese tono, estás hecho una mierda ¿estás consciente de que golpearon a Liam? ¿Estás consciente del puto recado que le dejaron? Quieren pagar todo lo que tú jodido padre hizo, aunque termines muerto. ¿Estás consciente de eso? —Mi voz cada vez subía más de tono, estaba súper cabreada por sus actitudes. Se aleja de mi cuando logra quitarme el cigarro de las manos, camina por la habitación mientras le da unas caladas al cigarro.
–Ya sé lo del recado, pero me importa un carajo esas personas. —Se encontraba bastante apartado de mi, y aún así, me fijé en sus ojos, se podían ver apagados y con ojeras. Por más que dijera lo contrario, sabía, que sí le importaba.
–Mientes. —Su miraba vuelve a quemarme, aún así, no aparto la mía de sus ojos.
–¿Qué es lo que quieres? ¿En qué bando estás Esmeralda?
–¿Qué? —Su pregunta me había dejado completamente perpleja.
–¿Que en qué maldito bando estás? Déjate de engañarnos a todos, y decídete a que equipo juegas. —Su tono de voz subió.
–No sé porque preguntas eso, pero de seguro ni tú lo sabes.
–¿Eso crees? Escúchame muy bien Watson, desde que te apareciste en mi vida han pasado cosas que aún no comprendo, y estoy seguro que eres la culpable de todo. —¿Pero que estaba diciendo? Me señalaba con su dedo índice mientras con el otro sostenía el puto cigarro. No deja de hablar, me miraba con una expresión que no entendía. –Sabía que no podía confiar en ti, aún así, te conté muchas cosas que ahora mismo, me arrepiento de habértelas contado. No comprendo porque mierdas te volviste aparecer en mi puta vida.
Respiro hondo.
Tranquila, está drogado.
Él sabe perfectamente lo que está diciendo, el que este drogado no es una maldita excusa. Tenía que tomar las cosas con calma, nada de lo que dijera me iba afectar. Pues sabía que algo así iba a ocurrir, desde que lo conocí nos la pasábamos discutiendo, sabía que me odiaba, ¿por qué cambiaría las cosas entre nosotros? Sin embargo, Isaac me gustaba, acepto las cosas como son, aún así, eso no significaba nada para mi, pues hoy me gustaba, mañana quién sabe. Tampoco se lo iba a decir o a demostrar, pues una cosa es que me gustara y otra muy distinta es que me deje pisotear por él. Y si me conocen bien, sabrán que, Esmeralda jamás será pisoteada por alguien, y menos por Isaac. Relajo mis hombros y hablo.
–Te arrepentirás de lo que estás diciendo, te lo juro por Dios Miller, que te arrepentirás. Y no seré yo la que venga hablar contigo de nuevo. Vine hoy, para hablar de tus amigos y de lo que está ocurriendo, pero ya veo que me culpas de todo, cuando no tiene nada de sentido, así que créeme cuando te digo que será la última vez. Solo te diré una cosa; me importa un carajo lo que pienses de mí, me importa una jodida mierda si no confías en mí. Pero tus amigos están preocupados, al menos les debes una explicación, si los considerabas tan amigos. Y recuerda que tú madre estaba desaparecida antes de que yo apareciera en tu puta vida y que fuiste tú el que querías que te ayudara. Así que no, no todo es mi culpa. —Le hablo en un tono tranquilo, tanto que, hasta yo me sorprendí. Lo conocía y sabía que no iba a responder. Caminé hasta la salida, ya no tenía nada más que hacer ahí, pero antes de pasar por la puerta, me giro y lo vuelvo a encarar. –Y, por cierto, si no quieres ser como Bruno, no seas un cobarde y afronta la realidad. Te estás pudiendo vivo y no te das cuenta; como tú padre.
Mi tono salió más amargo en la última frase. Y él, cuando me escuchó pude notar como apretaba su mandíbula. Me observa sin ninguna expresión en su rostro, lo miro por última vez, sus ojos se encontraban rojizos, sabía perfectamente por lo que era. Pero entendía que cada cual llenaba de sustancias su cuerpo para sentirse bien, suena ilógico, pero es así, realmente lo entendía, había pasado por eso. Y había llegado a la conclusión de que, es un acto de cobardía. Sin nada más que decir, salgo de su apartamento, escuchando como maldecía y algo se rompía detrás de la puerta.
Al salir a la calle respiro hondo, desde que había entrado al edificio había necesitado el aire fresco y no lo sabía, hasta ahora. Trato de tranquilizar mi mal humor, sabía que la cercanía que tuvimos Isaac y yo, no estaba bien, aún así, dejé que pasara. Antes tenía todo bajo control, y ahora; no lo sé... me juntaba con personas casi a diario, y podía decir que me caían bien, ya no le tenía tanto resentimiento a Richard, ya que, por su culpa fue que pisé el instituto.
Ahora que lo pienso ¿si no hubiera ido al instituto, me hubiera encontrado con Isaac en algún otro lugar? ¿El destino nos hubiera cruzado de nuevo? Y la respuesta es, no sé. Tal vez no, y hubiera sido mejor de ese modo. Pero ya no se podía hacer nada, solo afrontarse a la realidad, y mi realidad era esta. Me gustaba Isaac, aún así, sabía que no debía.Tenía que volver a ser yo, extrañaba la vieja Esmeralda; la que no tenía amigos, la que no confiaba ni en su propia sombra, que, aún sabiendo que podía terminar sola en esta vida, no me importaba, en lo absoluto, ni siquiera me importaba lastimar a alguien.
Tenía que volver a ser yo; una maldita perra sin sentimientos.***
¡Notaa!Quiero agradecerles a los que le están dando la oportunidad a esta historia. Quiero que sepan que es mi primera novela, y que la había comenzado en el 2016, pero la había dejado, hasta este año y que estoy dispuesta a terminarla muy pronto. Vuelvo y repito ¡Es la primera vez que escribo algo así! Y aunque he comenzado a escribir otras cosas ya, quiero que tengan en cuenta que no soy para nada perfecta, y qué tal vez ya tengan algunas expectativas respecto a otros libros, aún así, les agradezco muchísimo muchísimooo que la lean y le den la oportunidad. No saben la emoción que me da, cuando veo que las leídas cada día suben mas y mas. En cada capítulo trato de mejorar, para que sigan leyendo.
Pd. Me encantaría que dejaran sus comentarios y sus votos.
¡Los amoo!❤️
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Esmeralda
Teen FictionElla, una persona completamente antisocial, una persona que no confiaba ni en su propia sombra. Tenía motivos para no ayudarlo a él... ¿Él? Un misterio más. Pero... ¿Por él? ¿ella cambiará su forma de ser? ¿Ella?.... ESMERALDA.