Una historia sobre seis estudiantes que se ven obligados a dejar sus vidas normales al ser elegidos en un proyecto del gobierno en donde se someteran a un entrenamiento arduo y continuo con el proposito de conformar un grupo elite. Pero antes de lo...
— Hola, mi nombre es Juzou, estaré con ustedes en el proyecto—ambos chicos frente a él se veían confundidos— por lo que veo en sus expresiones, Alfredic no les dijo sobre mí, al parecer le gusta dejar el suspenso — sonrió, sus expresiones lo confirmaron—bien, entonces los veré mañana para presentarme mejor, por favor no le cuenten a los demás sobre mi— dijo caminando por el pasillo hasta desaparecer en la oscuridad de este
—Que chico tan extraño, pero el color de sus ojos es hermoso— dijo Nukumi —hay que buscar nuestras habitaciones—.
Era de día y todos se habían reunido en el comedor, para desayunar algo antes de que las lecciones empezaran, un par ya había terminado cuando de repente llegó Alfredic con alguien detrás de él, captando la atención de todos menos Nagisa quien era de las que había terminado y se encontraba dejando su bandeja.
—Chicos, puesto que llegaría tarde, ayer olvide decirles que llegaría otra persona junto con ustedes, así que les presento a Juzou—.
Nagisa reacciono a ese nombre y volteo rápidamente a ver al chico, en un momento lo reconoció, había cambiado desde la última vez que se habían encontrado, pero eso no fue impedimento para recordar cada detalle, justo iba a hablar, pero antes de decir una palabra fue interrumpida
—¡Ha!, el chico de ayer— comentó Nukumi —realmente te ibas a unir con nosotros— el comentario hizo a Nagisa voltear, reconociendo al instante a aquel chico.
—¿Qué mierda haces tu aquí? — se escuchó una voz al fondo, sonaba enojada.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos?, ¿no? — dijo con tono de burla —¿Qué tal un abrazo de reencuentro? Nagisa—.
Las sospechas de Nagisa se confirmaron, su cuerpo se llenó del enojo que sentía, en un momento se acercó lo suficiente para estar frente a frente con él. Juzou extendió los brazos como si esperara un abrazo, pero la reacción de ella no fue la misma, en un segundo, Nagisa había intentado darle un golpe, pero este había sido detenido, su otra mano intento buscar el cuchillo oculto en su bota, pero esta vez Alfredic la detuvo, todos los que estaban miraban simplemente confundidos.
—Las armas están prohibidas aquí— se ganó la mirada molesta de ella, quien a regañadientes entrego los 3 cuchillos ocultos en su ropa
—¿Así recibes a alguien a quien no has visto en casi 9 años? — Hubo un silencio, todos se habían asustado— los asustaste, que gran impresión— sonrió— crecimos juntos— contesto Juzou sin soltar el puño de Nagisa quien no dejaba de mirarlo con rabia— Oh vamos, ¿Puedes dejar de verme así?, ¿aun no puedes olvidar eso?—.
—Como si pudiera— quito su mano y declaro ella con calma— yo me adelanto, no quiero verlo a él—.
Hubo un momento de silencio incomodo hasta que Juzou habló, con un tono claro de despreocupación —bien, pues vayamos a entrenar, nos deben de estar esperando—.
Todos fueron a la zona de entrenamiento donde estaba Nagisa platicando con el que suponíamos iba a ser el entrenador.
—Mi nombre es Damián y seré su entrenador así que, porque no calientan primero con 10 vueltas a la pista—escucho algunas quejas— y si se detienen aumentare las vueltas, también si después de las cinco vueltas si bajan el ritmo también las aumentare para todos, cuando terminen empezaremos con el verdadero entrenamiento—.
Todos empezaron a correr en la pista, Juzou, Nagisa y Tomoki iban en la punta al parecer los demás no tenían una buena condición física y al final Damián los había puesto a dar 5 vueltas más. Todos terminaron agotados, bueno, unos más que otros.
—Bien, ahora quiero saber que tanto saben sobre pelear, así que formen parejas y decidan quien ira primero—dijo Damián —olvide mencionar que Nagisa y Juzou pelearan contra mí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
