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Estos capítulos realmente son muy difíciles,

esa es la razón por lo que tardo tanto

1 disculpa x'd


Días faltantes antes de la partida de Nagisa: ¿?

Tocaron la puerta de su habitación distrayéndola de lo que hacía, rápidamente oculto sus cosas y se levantó para revisar quien era. Juzou apareció del otro lado de la puerta con una sonrisa se adentró al cuarto y tomo asiento en la cama de ella, a Nagisa no le importó, ya había ocultado bien lo que quería, cualquiera podía estar en su habitación.

Juzou estiro su brazo en su dirección en señal de que se acercara, ella lo hizo y termino por sentarse junto a él.

-Acompáñame un rato- declaró sin quitar la sonrisa de su rostro, aunque estaba confundida, aceptó- ¿en 20 minutos, en el estacionamiento? - ella asintió mostrando una suave sonrisa.

Tras que este saliera, busco entre en su ropa, algo que ocultara la mayor parte de sus cicatrices y vendajes. Peino su cabello en una coleta alta y se colocó sus botas.

Caminó por el pasillo, encontrándose con Yukio en el camino.

-¿vas a salir? -.

-Juzou quiere que lo acompañe, aunque no se a dónde- esto le sacó una sonrisa al rubio quien siguió avanzando, dejándola seguir su camino. Llegó al estacionamiento y lo que vio fue a Juzou recargado sobre un bonito auto negro. -¿iremos en auto esta vez? - él asintió-¿estás seguro de que puedes manejar? - el asintió, aunque sin lograr convencerla.

Juzou subió del lado del conductor mientras Nagisa en el copiloto, encendió el auto y tras un par de calles, una idea paso por su mente.

-Nagisa- volteó con ella rápidamente antes de regresar su vista al camino, ella volteó esperando que dijera lo que quería- préstame tu mano- aunque no entendía su intención, extendió su brazo hacia él.

Juzou con una sonrisa entrelazo su mano con la de ella, cosa que la tomo por sorpresa, una combinación de sentimientos entre confusión, incomodidad y vergüenza pasaban por ella. Sus mejillas se habían sonrojado, había olvidado que él tenía momentos en los que era realmente osado.

Aunque no había dicho una sola palabra, por su mente pasaban infinidades.

Pasó un rato hasta que Juzou finalmente estacionó el auto y soltó su mano, una sensación fría quedó como resultado de la acción, en solo unos minutos se había acostumbrado a sostener esa mano.

Sería un tiempo largo.

Bajaron del auto, la sensación en su mano aún seguía molestándola, a pesar de eso, se esforzó en no mostrarlo. Siguió a Juzou, caminaba detrás de él, cosa que no parecía agradarle pues después de notarlo no la dejo hacerlo de nuevo.

-¿No te gusta este lugar? - preguntó al ver que mantenía la guardia en alto, nerviosa o tal vez ansiosa- si es así, podemos ir a otro lugar-.

Lo estaba arruinando- no es eso, es solo que ha pasado mucho tiempo desde que he salido, estoy bien con cualquier lugar- se excusó.

Aunque no era del todo mentira, al estar en trabajos del bajo mundo, no era una persona que pudiera pasear libremente sin ningún cuidado, la cantidad de personas que le temían y querían matarla era muy similar, Juzou ni siquiera se había recuperado por completo, lo que menos quería era que fuera a quedar entre fuego cruzado y ni siquiera tenia algo con que defenderse.

Elegidos  *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora