Elegidos *Terminada*

23

Después de algunos minutos Nagisa despertó algo confundida, pero no tardó mucho en reincorporarse y recordar aquellas palabras que escucho de Juzou "Aquellas personas siguen vivas".

—¿Aquellas? — un escalofrió recorrió su espalda—no, no puede ser, se supone que debieron haber muerto en aquella explosión ¡Por qué mierda están vivos! Deberían estar retorciéndose en el infierno —respiraba agitada — Debo tranquilizarme— respiró hondo—iré a un paseo para buscar aire freso —.

Paseaba con destino al patio, pero en su camino se encontró a Tomoki, cambiando sus planes.

—¡Nagisa! —se acercó— ¿estás bien? Escuché que te habías desmayado de nuevo—

—Estoy bien— su rostro mostraba lo confundida que estaba —¿Quién dijo que me había desmayado? — su mirada cambió, cosa que Tomoki notó

—Juzou ¿por qué?, ¿paso algo entre ustedes? —.

— Nada, ¿sabes dónde esta él ahora? — Tomoki aun sentía que algo no estaba bien con ella, lucia extrañamente enfadada.

—Supongo que, en su habitación, ¿Segura de que esta todo bien? — Nagisa solo sonrió, sin responder la pregunta.

Enseguida se dirigió a la habitación de Juzou, tras unos minutos afuera intentando tranquilizarse, tocó la puerta, tardo un poco, pero se abrió, Juzou se veía nervioso, como si antes de abrir la puerta ya supiera quien estaba detrás.

—tengo algo que decirte — dijo ella intentando sonar lo más inocente que sus habilidades de actuación le permitían.

Sentía el sudor frio bajar por su espalda, creía saber a lo que ella venia, pero aun no estaba listo para enfrentarla.

—Me lo eh estado preguntando durante mucho tiempo — manteniendo su acto, mirándolo a los ojos, soltó— ¿tú crees que alguna de esas personas haya sobrevivido y quieran venir a deshacerse de nosotros? —

A Juzou le sorprendió eso, sus sospechas acerca de que ella había escuchado esa conversación, se confirmaron, durante un momento pensó que debía decirle la verdad, pero no quería hacerlo aún.

Juzou rio nervioso, debía intentar mantener la mentira— como puede ser eso posible ellos murieron en aquella explosión tú lo sabes, lo viste—.

Nagisa pudo notar como aquellas palabras eran solamente mentiras, conocía a Juzou lo suficiente para saber cuándo mentía y no pudo evitar sentir una combinación de emociones dentro de ella. Una sonrisa apareció en su rostro.

No dijo nada, solamente se puso de pie dispuesta a irse, pero Juzou la sujetó del brazo a lo que ella lo alejó.

—¿Nagisa? — sonaba nervioso, pero ella no respondía, sabía que algo había ido mal —lo lamento—habló en un susurro — debí habértelo dicho antes—.

En ese momento Nagisa sin pensarlo se dio la vuelta, Juzou noto que en ese instante estaba más decepcionada que enojada, pero no sabía qué hacer.

—¿lo lamentas? — una sonrisa sínica se asomó— ¡No me hagas reír, si en serio lo hicieras me habrías dicho a mi antes que a Alfredic! — se recargó contra la pared con sus brazos cruzados —¿recuerdas?, ¡En ese momento éramos tu y yo, no había nadie más, eras la única persona en la que podía confiar y ahora me ocultas algo tan importante! — Juzou intento inútilmente calmarla.

Los gritos de Nagisa eran tan fuertes que Tomoki y Yukio se acercaron rápidamente.

—¡No quería que salieras herida de nuevo, por eso no te lo conté!, estaba esperando el momento indicado para contártelo —.

—¿Y cuándo iba ser eso?, ¿cuándo esas personas vinieran por nosotros? — dejo de gritar— o me vas a decir que planeabas encargarte tu solo— la reacción de Juzou respondió por si mismo— realmente eso planeabas— suspiró— me sentiría menos molesta y con ganas de golpearte si tan solo me lo hubieras dicho cuando lo mencione—

—¿Qué sucede?, ¿por qué gritan? — la puerta estaba abierta por lo que ambos chicos podían ver que algo no estaba bien. — ¿Nagisa?

Ella volteó y notaron que claramente estaba molesta e intentaba contener las lágrimas— lo siento por asustarlos — sonrió y enseguida caminó rápido a su habitación

—¡Nagisa! —grito Juzou, pero fue detenido por Tomoki y Yukio— muévanse, no es algo en lo que ustedes deberían meterse— contesto fríamente empujándolos antes de salir corriendo detrás de ella.

—No era necesario decirlo de esa manera—.

—Me pregunto qué es lo que habrá entre ellos— se miraron entre si— por lo que entendí es algo que le ocultó a Nagisa, pero aún no sabemos nada del pasado de ambos—.

Nagisa al escuchar a Juzou detrás de ella, empezó a correr hacia a su habitación y cerro rápidamente la puerta con seguro, Juzou quien llego detrás de ella, toco la puerta tan fuerte como pudo.

—¡Nagisa abre la puerta tenemos que hablar!, ¡No me iré de aquí hasta que abras la puerta! —

—¡Adelante!, ¡No me importa, quédate ahí todo lo que quieras, no la abriré! —.

Juzou escuchó como una de las puertas de al lado se abrió y cuando volteo encontró a Alice parada al lado de él, no estaba muy contenta con el ruido.

—¿Podrían dejar de gritar?, resuelvan sus problemas de pareja en silencio, quiero dormir. Si llego a escuchar otro grito juro que golpeare a ambos —.

—Lo siento—dijo con una sonrisa fingida dicho esto Alice entro de nuevo a su habitación.

Al día siguiente Juzou y Nagisa se habían quedado dormidos, y justo como el había dicho se había quedado fuera de la habitación de ella. Nagisa por error, olvidó la presencia de él, quito la cerradura y en cuanto esto pasó Juzou aprovecho para entrar.

Nagisa intentó empujarlo fuera —No iré a ningún lado—sujeto las muñecas de Nagisa— tenemos que hablar—

—Yo no tengo que hablar contigo, suficiente tienes con que te haya dejado vivir—.

—Aunque no hables, solamente escucha lo que quiero decirte— la soltó.

Nagisa no respondió, solamente se quedó callada, se recargó contra la pared esperando que cometiera un error para poder golpearlo.