48. ¡Una serpiente!

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Trent

Toqué el timbre.

Tiana me había llamado para poder aclarar las cosas sobre el bebé. Estaba emocionado ¿Qué tal si me pedía matrimonio? Aunque era una tradición que los hombres le pidieran matrimonio a las mujeres, eso siempre había sido mi sueño, sería original y divertido... pero antes de eso es necesario que empecemos una relación.

Espere unos segundos, escuché el grito de Tiana y rápidamente arreglé con mis manos mi vestimenta y mi cabello. Tiana abrió la puerta, estaba un poco pálida pero aún así con una hermosa sonrisa en su cara.

- Hola, Trent.- se hizo un lado para que pasara. Miró la Rosa que tenía en mis manos. Lo había olvidado, le había comprado una rosa para poder sorprenderla con algo. Se la entregué y ella sólo me llevó a la cocina para llenar un florero de agua.

Ahí se encontraban las chicas y Travis hablando y con una galleta en sus manos, solo que Travis tenía la boca llena de galletas. Jenn me extendió un plato con galletas pero negué la cabeza, no venía por galletas, yo venía para saber qué pasaría con mi bebé.

- De lo que te pierdes.- se llevó una galleta a la boca y salió de la cocina. Travis y Rebe la siguieron, y los tres subieron las escaleras. Seguramente iban a la habitación de Travis.

Me giré para preguntarle algo a Tiana y me la encontré llenando el florero de agua. Tenía una mueca de asco, estaba muy pálida y se le notaba un poco más las ojeras. Terminó de llenar el florero de agua, lo cargó con un poco de esfuerzo y lo dejó en la mesa. Colocó la rosa y me sonrió.

- Listo.- dijo débil. La tomé del brazo y la miré preocupado.

- ¿Te sientes bien?- asintió y bajó su mirada a su brazo.- te ves pálida ¿Estás enferma?- sus manos aterrizaron en su cara haciendo que la soltara y que saliera apresurada de la cocina.- ¡Tiana!- la seguí.

Ella corrió a las escaleras y se encerró en su habitación. Toqué la puerta pero eso no hacía que ella abriera la puerta.

- ¡Tiana, ábreme la puerta!- recargué mi cabeza en la puerta.- vine a hablar del bebé pero también me preocupas.

Escuché sus pasos acercarse y la puerta se abrió dejándome ver a la misma Tiana pálida.

- Entra.- asentí y entré. Cerró la puerta y frotó sus brazos con sus manos.- ¿Qué es esto?- fruncí mi ceño ¿De qué está hablando?

- ¿A qué te refieres?- soltó un suspiro cansado.

- A todo esto.- me señaló y luego se señaló.- no nos comportamos como amigos.

- ¿Quién dice qué no?- ella siempre me ha dicho que sólo somos amigos. Bufó y se acercó a mí. Me miró a los ojos y volvió a preguntar.

- ¿Qué es esto?- abrí mi boca pero rápidamente la cerré, creo que ya se a que se refiere y no sé cómo explicar lo que pasa entre nosotros.- ¿Desde cuándo un amigo te besa?- me miró confundida.- más bien, ¿Desde cuándo un amigo te deja embarazada?

- Y-y-yo... y-y-yo...

- Ni siquiera tu sabes lo que somos.- se alejó y se fue a sentar al colchón. Tomé mis manos nervioso, nunca antes me había pasado esto.

Estaba nervioso, ¿cómo le diría que me moría por tener una relación con ella? Quisiera que fuera mi novia para besarla las veces que yo quisiera sin que me golpeé, poder decirle lo que siento sin que se asuste y poder estar con ella sin que nadie nos separe. Quiero decirle todo lo que siento por ella, pero me da miedo el que se vaya a alejar al saber que la amo. Ahora que está embarazada me da el temor en que sólo con una palabra que diga o que ella malinterprete vaya a separarme de mi bebé. Quiero estar con Tiana, pero también quiero estar con mi bebé.

¡Yo Nunca Me Voy A Enamorar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora