¡Yo Nunca Me Voy A Enamorar!

49. ¿Y si pierdo al bebé?

Tiana

Le di una última mordida a mi tostada y me levanté. Dejé el traste sucio en el lavabo, seguramente mi madre luego lo lavaría. Caminé a la sala encontrándome a Travis recostado en el sillón. Tenía sus manos en la cabeza y la mirada baja. Últimamente ha estado peleándose con Jennifer y no sé el porqué. Pero lo que no me gusta es el hecho en que los dos lucen decaídos, además Jenn se ha estado comportándose como una perra y parece que está enojada con nosotras.

Lo único que he escuchado de sus gritos es sobre una broma y una mentira. No sé qué broma hayan hecho como para que los dos estuvieran peleándose.

Me senté al lado suyo y lo miré. Toqué su brazo queriendo que me mirara de vuelta pero solo obtuve un gruñido suyo. Pasó sus manos por su cara y las mantuvo ahí por unos segundos. Volvió a gruñir, parece que esta vez tuvieron su peor pelea. Rodé los ojos y le quité las manos de la cara.

- Ni se te ocurra gruñirme.- lo amenacé. Me fulminó con la mirada y lo pellizqué en el brazo.- ¿Qué está sucediendo entre tú y Jenn?

- Nada que te importe.- respondió un poco brusco. Lo miré enojada y lo volví a pellizcar pero un poco más fuerte que el anterior. Hizo una mueca de dolor.

- Contesta.- dije brusca. Negó la cabeza y se levantó de su lugar.- ¡Travis!

- ¿Por qué te importa tanto?- Se giró enojado. Tenía sus mejillas color carmesí y su ceño fruncido. Sus manos se cerraron formando un puño. Esa discusión lo había molestado, más de lo normal.

- Porque es la relación de mi hermano y de mi mejor amiga.- bufó. Tomé su mano y deshice el puño.- además tu estás comportándote como un cabrón y ella como una perra.- ignoró lo que le había dicho. Hizo una mueca y tocó los bolsillos de pantalón. Sacó su celular y se lo llevó a la oreja.

- ¿Qué quieres Trent?- contestó brusco. El grito de Trent que se escuchó hasta acá, hizo que me riera. Travis bufó.- ¿James?- tomó el control de la televisión y la prendió. Las noticias se transmitieron y reí al ver a Trent en ellas. Travis se dio un golpe en la frente y gruñó. Caminó hacia la puerta sin quitar el celular de su oreja, tomó las llaves de la mesita y abrió la puerta para luego cerrarla con un portazo.

Miré la televisión y solté una carcajada al ver a Trent gritando. Tenía su mano atorada en la coladera de su cocina. Llamó a James y lo único que hizo James fue reírse. Trent maldijo y le grito a los que estaban grabando para que lo ayudaran. Apagué la televisión y negué mi cabeza. Me recosté y me quedé mirando el techo, estaba aburrida.

Me quedé acostada en el sillón hasta que fruncí mi ceño y gruñí al sentir un ardor en mi vientre. Llevé mis manos ahí y corrí a las escaleras para luego llegar a mi habitación. Me recosté en mi cama y cerré mis ojos. Tal vez si dormía, me quitaría el dolor.

Qué raro, solo me dolía así cuando tenía cólicos y los cólicos solo están cuando estoy en mis días.

Los cólicos aumentaron haciendo que me dieran nauseas. Me llevé las manos a la boca y corrí al baño. Las arcadas comenzaron provocando que expulsara todo lo que había en mi estómago. Al terminar, le jalé al baño y me levanté para lavar mis dientes. Tomé mi cepillo y coloqué pasta dental encima de él. Tallé mis dientes como veinte veces hasta que se fuera el mal olor.

Al salir del baño, unas inmensas ganas de hacer pipí llegaron haciendo que regresara para poder orinar. Terminé de hacer mis necesidades y fruncí el ceño al ver sangre. ¡Oh dios mío santo! ¡Me había bajado! Me lavé las manos y salí del baño.

¿Desde cuándo te baja cuando estas embarazada? ¡El bebé!

Preocupada, me senté en mi escritorio y prendí la laptop. ¿Qué pasa si había perdido al bebé? Tomé mi celular y marqué el número de Jenn. Al segundo pitido contestó.